La capacidad de conectarse con la gente es un rasgo común y casi una obligación entre las emprendedoras de éxito. A través de las conexiones se dinamiza todo el ecosistema emprendedor, que incluye no solo conocimientos, sino también posibilidad de asociaciones, venta de empresas y hasta financiamiento.
Para las introvertidas puede ser natural conectarse en un grupo pequeño, con gente conocida, pero a la hora de grandes eventos o reuniones con mucha gente se les dificultan las relaciones interpersonales, lo que puede perjudicarlas para ampliar su red de contactos, hacer crecer sus negocios o materializar sus ideas.