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Dom, Abr

En los últimos 30 años, el diagnóstico precoz del cáncer de mama redujo en un 40% la mortalidad

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 Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente y la causa más común de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial. Sin embargo, la organización explica cómo han cambiado los números a partir de la detección temprana. 

 

"El pronóstico después de un diagnóstico de cáncer de mama ha mejorado en los países de altos ingresos, los cuales han tenido una disminución del 40% en mortalidad por cáncer de mama entre 1980 y 2020, tras la introducción de programas de detección temprana y protocolos de tratamiento estandarizados", describen en la OPS. 

La carga de enfermedad por cáncer de mama se puede reducir mediante la identificación y el tratamiento temprano de los cánceres, antes de que den síntomas. 

"Las pruebas de detección consisten en revisar las mamas de la mujer para detectar el cáncer antes de que aparezcan signos o síntomas de la enfermedad. Se recomienda hacer una mamografía luego de los 40 años al menos una vez por año, pero también son muy útiles las ecografías mamarias anuales", explica el Bioingeniero Alfredo Ludueña, del Centro de Servicios Hospitalarios. 

Y agrega que en el caso que las mujeres sean asignadas por su médico ginecólogo como BR3 – hallazgo de nódulos posiblemente benignos – se recomienda un seguimiento a corto plazo que implica una ecografía cada 6 meses. 

"El cáncer de mama se presenta con mayor frecuencia como una masa indolora en la mama. Es importante que las mujeres que la encuentren consulten a un profesional de salud lo antes posible, incluso si no causa dolor", dice la médica ginecóloga, Lorena Claus, especialista del Hospital Santojanni. 

También, se pueden hacer resonancias magnéticas de las mamas para examinar a las mujeres que tienen un riesgo alto de presentar cáncer de mama. No se usa en las mujeres que tienen un riesgo promedio porque la resonancia magnética de las mamas puede tener un resultado anormal aun cuando no haya cáncer.

Una vez que está hecho este diagnóstico temprano, lo que sucede a continuación puede resultar eficaz, dependiendo del curso completo del tratamiento que se realice. 

Una vida saludable que previene el cáncer de mama 

La Dra. Lorena Claus afirma que hay hábitos saludables que pueden encararse desde la juventud, para llegar a una longevidad más sana. 

"El estilo de vida que las mujeres están llevando en las últimas décadas, con mucho estrés laboral y personal, mala alimentación y sedentarismo, hacen que sea una enfermedad que se presenta cada vez con mayor frecuencia", comienza contando la especialista en ginecología integral y longevidad saludable, profesional del Hospital Santojanni.  

Las investigaciones muestran que los cambios en el estilo de vida pueden disminuir el riesgo de cáncer mamario, incluso en mujeres de alto riesgo. Para esto, la Dra. Claus da algunas claves puntuales que pueden colaborar en una vida más saludable y con menos riesgo de tumores. 

-Mantener una alimentación anti inflamatoria 

Es necesario reducir el consumo de harinas refinadas, azúcares, aceites vegetales y realizar un reposo digestivo de doce horas. Incluir en la alimentación proteínas, frutas y verduras. 

-Hacer actividad física regular 

La mayoría de los adultos sanos debe tener como objetivo al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa a la semana, más entrenamiento de fuerza al menos dos veces por semana.

-Cuidar el descanso nocturno 

Es determinante para la salud un buen descanso de un mínimo de ocho horas. Adquirir hábitos que permitan bajar los niveles de estrés, realizando actividades como yoga, meditación o cualquier otra tarea que permita hacer pausas mentales para que el sistema nervioso se detenga y regenere. 

"En el contexto de este mes en el que se hace tanto hincapié en la concientización de la mujer para que realice sus controles periódicos de salud - que tan importantes son - también las invito a tomar conocimiento sobre las herramientas que tenemos en nuestras propias manos para evitar llegar a ese diagnóstico o a cualquier otra enfermedad", dice la Dra. Lorena Claus, y aclara que esas herramientas son el cambio de hábitos, teniendo siempre presente que la salud es una decisión que también tomamos todos.