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Jue, May

El regreso de los celulares con tapita

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En octubre del 2015, y tras un largo periodo de inactividad, la cantante Adele presentó su nuevo video clip, “Hello”. Este cortometraje musical dejó a todos hablando, pero no del nuevo aspecto de la cantante o de la letra de la canción, sino de la protagonista que usaba un celular con tapita en vez de un smartphone.

 

En una entrevista con Los Angeles Times, el director de “Hello”, Xavier Dolan, explicó por qué decidió utilizar un modelo de celular antiguo. “No me gusta filmar teléfonos o automóviles modernos. Están tan implantados en nuestras vidas que cuando los ves en las películas recordás que estás en la realidad”. Y agregó: “Si ves un iPhone o un Toyota en una película, son anti-narrativos, te sacan de la historia. Si pongo un iPhone o un coche moderno en una película parece que estoy haciendo un comercial”.

Pero el director del video de Adele no es el único que prefiere los viejos y confiables celulares a los nuevos y sensibles smartphones. En una supuesta movida publicitaria, se echó a correr el rumor de que la empresa Motorola volvería a lanzar al mercado el exitoso Razr V3, el celular con tapa más vendido de la historia. Esta noticia generó expectativas entre los que ya están algo cansados de los grandes smartphones que no caben en los bolsillos y que hay que cargar constantemente.

Varias celebridades como Rihanna y la editora de Vogue Anna Wintour no esperaron a que Motorola vuelva a vender sus móviles viejos y decidieron sacar sus confiables V3 del fondo del cajón para comenzar a usarlos en público. Esta moda no solo se está propagando entre los famosos sino que también está llegando a las personas que sufren estrés y deciden dejar los smartphones.

Creo que un gran porcentaje de esas personas lo hacen para no perder el tiempo o la concentración con las aplicaciones. También para filtrar las demandas sociales, para que no haya tanta interacción con los demás y controlar sus propios tiempos, como por ejemplo ‘veo los mails del trabajo solamente en el trabajo`”, dice la psicóloga Luz Gúzman, quien explica que el uso excesivo del celular puede producir interrupciones en tareas cotidianas y dificultar la consolidación de la memoria, lo que perjudica los procesos de aprendizaje.

Además de los problemas de concentración, el constante uso de los teléfonos genera ansiedad por querer ver cuál fue la aplicación que hizo vibrar o sonar nuestro smartphone. A esto hay que sumarle dolores de cabeza y de postura que ya son un clásico en los consultorios médicos. Tal es el punto que en el ámbito de la quiropraxia, ya hay un término propio para los pacientes que acuden con molestias en el cuello, “textneck”, patología que hasta hace unos años no existía.

Ya sea por los fuertes dolores musculares, por el estrés que nos genera estar hiperconectados o porque todavía no sabemos cómo usar los smartphones correctamente, los celulares con tapita están de regreso para recordarnos que lo importante no pasa por una pantalla (y que el teléfono solo sirve para hacer llamadas).