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Dom, May

Amar es un Arte

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El amor es un arte que requiere conocimiento y esfuerzo, como todo arte. Así lo afirma Erich Fromm en su libro "El Arte de Amar".

El amor en todas sus formas  y dimensiones para que resulte un amor sincero, profundo, enriquecedor, y, en algunos casos duradero, requiere de nuestra dedicación, compromiso y conocimiento. Esta idea de acción, identificación y valoración del amor alcanza a todo tipo de vínculos amorosos y afectivos. Es extensivo a la relación de pareja, de padres e hijos, de amigos, cualquier relación humana donde el afecto sea el lazo.

Cuando no nos sentimos bien dentro de un vínculo, por lo general nuestra demanda se centra en lo que el otro no nos brinda, en el desamor de la otra parte, en la desilusión que nos causa. 

Falsamente creemos que esa otra persona estaría para cumplir con algunos de nuestros deseos, expectativas, completar lo que nos falta. Habitualmente confundimos lo que es un compartir, con una dependencia, un cuidar y acompañar con una sobreprotección que inhibe desarrollo y crecimiento. Sin embargo, a la hora de hablar de amor, comúnmente aseguramos que engrandece, estimula, propicia crecimiento.

¿Cómo conocemos al amor?

Estaríamos en condiciones de afirmar que ningún amor es igual a otro. Cada persona que conforma un vínculo afectivo, es única y especial, por lo que le dará a ese vínculo su tinte particular; más allá de sus características personales, según con quien se relacione, puede llegar a desplegar, expresar, sentir, etc., de manera  diferente, en relación a ese vínculo.

Parecería que para conocer al amor, no sólo se trata de conocer a una persona, llámese, hijo/a, padre, madre, novio/a, amigo/a, es también necesario conocer sobre lo humano y la existencia, para darle una valoración más justa, comprender la importancia de la libertad y el compartir, del compromiso y el respeto de ese otro que no es nuestro complemento, es un otro diferente, o similar, pero completo y exclusivo.

Un amor saludable

Es el amor que nos beneficia. Es el que nos deja tener más presente cuánto amamos y lo que queremos brindar sin especular cuánto recibimos.

El amor saludable es el que nos permite regocijarnos con los logros del otro, aún cuando alguna parte de nuestros deseos se vean frustrados.

Aceptar lo que el amor nos frustra, también puede ser beneficioso. Cuando eso ocurre hay procesos de aceptación, templanza y, quizás, de cambios que se ponen en movimiento. Oportuno es aclarar que frustrarse en ese sentido, nada tiene que ver con el maltrato o la desvalorización o el engaño. 

Cuando sentimos que en un vínculo vamos madurando en el tiempo como personas, conservamos nuestra capacidad de discernir y elegir, no necesitamos "sacrificar quienes somos" para hacer feliz, complacer o enorgullecer a alguien, por lo tanto estaríamos vivenciando un buen amor.

Como seres humanos necesitamos ser amados, en primera instancia para percibirnos y percibir que existimos.

Como seres humanos poseemos una infinita capacidad de amar. El amor por nosotros mismos, es el punto de partida, para amar al otro y amar la vida.