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Sáb, Abr

Ronchas y picaduras de verano. - ¿Cómo afectan a los más pequeños?

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 Llega el verano, los chicos se divierten al aire libre y en el agua. Pero con las altas temperaturas y los días húmedos también aparecen los insectos o bichos de estación que irrumpen los juegos más felices. Desde mosquitos y abejas, hasta bichos de agua que viven en las piletas o la muy conocida aguaviva o medusa del mar.  

Para que los niños y papis puedan disfrutar tranquilos del verano, hay algunos ítems que deben saber sobre las picaduras y ronchas. El Dr. Guillermo Bordoli, nos explica qué hacer en estos casos.

Una roncha es una reacción inflamatoria del organismo, que consiste en la acumulación de elementos de defensa que intentan bloquear la entrada de un agente infeccioso o un cuerpo extraño. También es la respuesta ante un proceso alérgico.

Tienen distintas características que pueden orientar al origen de las mismas, por ejemplo; las que pican, denominadas Pruriginosas, se relacionan con procesos alérgicos. Y si se acompañan de fiebre, pueden deberse a enfermedades infecciosas, donde, en determinado momento del malestar, aparecen como parte del proceso.

Por su parte, la reacción ante una picadura tiene que ver con dos características bien diferenciadas: una es la cantidad del veneno inyectado, que a más picaduras más de él se introduce en nuestro organismo, y por otro lado a las características alérgicas que pueda tener cada persona ante determinados tóxicos, que pueden provocarle desde reacciones leves hasta complicaciones severas.

La cantidad del veneno inyectado puede provocar reacciones alérgicas mayores. El ejemplo más común es cuando un enjambre de abejas pica a una persona en forma simultánea y provocan la presencia de ronchas.

La picazón que generan lleva a que nos rasquemos con frecuencia. Esto hace que se introduzcan las bacterias de la piel dentro de las mismas y que se contaminen con gérmenes que producen un proceso llamado Impetiginización, que es la presencia de pus. Esto debe consultarse inmediatamente para el posible uso de antibióticos. 

Los niños son los más sensibles a picaduras, por lo tanto si son picados y aparecen ronchas, lo aconsejable es evitar el rascado para que no se infecte y, antes que nada, considerar a la picadura como una herida de la piel, por lo tanto debe ser lavada con agua y jabón y proceder a curarla luego con desinfectante. Posteriormente se podrá usar hielo para evitar la inflamación y el dolor. A su vez se pueden realizar baños con agua fría para aliviar la sintomatología y contribuir a desinflamar.

La aparición de fiebre luego de una picadura, también es una alerta temprana. Hay que considerar la extensión progresiva o simultánea de las ronchas en varios sitios como manos, cara, torso  o abdomen. Siempre se debe consultar a un pediatra porque si hubiere un proceso alérgico, se puede prevenir.

Finalmente, se debe preguntar al médico por el uso de repelentes, ya que varían dependiendo de la edad del niño. Hay que evitar que el producto tenga contacto con la boca y los ojos.