En una época donde la oferta de música ya excedió todos los pronósticos, donde la saturación es moneda corriente, y donde lo que se escucha es más de lo mismo, llega una nueva banda de rok and roll para refrescar la escena local.
Camus es sangre joven inyectada en el momento preciso, cuando más se la estaba necesitando.
Dueños de un rock potente, directo y con destellos de aquel buen rock de los años setenta, Camus lanza su disco debut, que lleva por título "Mandragora". Lo distintivo en ellos pasa por diferentes lugares. Para comenzar, tienen una cantante y frontwoman (Leticia Pitrella) que asombra por su timbre, el color de su voz y la increíble potencia vocal en cada una de sus interpretaciones. Luego, la guitarra de Santiago Kazlauskas que conoce de memoria (y a pesar de su juventud) el manual del buen guitarrista de rock, con potentes riffs que llevan adelante las canciones. La base rítmica es monolítica, segura y precisa, y la conforman Sebastián Choren en bajo e Ignacio Cúneo a la batería. Pero sobre todas estas cualidades hay un repertorio propio compuesto desde la contundencia y la diversidad, donde lo que se prioriza es el hard rock.
Doce temas integran “Camus”, el álbum que está viendo la luz en estos días. Todos producidos y arreglados por Sirso Iseas. Son once composiciones originales más un cover muy interesante del clásico de Pappo “Algo ha cambiado”. El cuarteto (junto con la colaboración de Patán Vidal en dos temas) preserva el sonido avasallante y contundente de épocas gloriosas del rock junto a una nueva perspectiva personal que los coloca en un lugar de privilegio con respecto a cualquier otra expresión musical surgida en los últimos años desde nuestro país.
Santiago recuerda cómo se unieron estos músicos: “Con Leticia nos conocimos de casualidad a través de Internet… yo escuche la banda anterior en la que ella estaba y me voló la cabeza su manera de cantar, obviamente lo primero que pensé fue: tengo que afanarme a esta cantante. Por suerte para mi, ella también había escuchado la banda en la que me encontraba y le había gustado bastante lo que hacíamos. Ambos estábamos dejando las bandas en las que nos encontrábamos, así que desde el primer momento que conversamos la idea fue armar una banda, ya que por otra parte las influencias eran las mismas.”
Camus es también una banda que prioriza los buenos riffs de guitara, un arte que ya parecía olvidado, o que se encontraba bastardeado y desgastado. Sin embargo en ellos ese arte vuelve a cobrar vigencia.
“Nuestras influencias son claras y pasan por muchos lados, cuenta Santiago, desde Aretha Franklin hasta Pantera… pero creo que lo que está más marcado en nuestra música, y en nuestra manera de tocar, son algunas bandas geniales de los 70s como Led Zeppelin, Deep Purple, Black Sabbath, El Reloj, Rush, Pappos Blues, Pescado Rabioso y después bandas mas modernas como Audioslave, Stone Temple Pilots, Death Weather”.
“La idea al armar la banda era lograr hallar lo que no encontrábamos en la escena local de Buenos Aires, había muy pocas bandas que tocaran lo que a nosotros nos gustaba, así que el objetivo siempre fue construir una banda de rock crudo y bien riffero pero tratando de no restringirnos en un solo estilo, sino dejar que cada canción que compusiéramos nos pueda llevar a distintos lugares musicalmente, agrega Leticia.
Potencia es el nombre del juego para Camus. Y su primer trabajo discográfico da buena cuenta de ello. Tocando en el circuito de rock desde hace ya algunos años y llevando su potencia musical a cada uno de los escenarios, van construyendo una legión de fans que disfrutan y admiran el buen rock and roll. El mismo que parecía haberse perdido en algún recodo de este largo camino.
Bienvenido Camus. Bienvenido el puro rock and roll.
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