Cuando tenemos vacaciones en el trabajo después de semejante explosión de alegría, prontamente nos desilusionamos al no poder irnos a ningún lado, entonces retóricamente nos repreguntamos: vacaciones ¿para quién? Comprendemos entonces, lo que verdaderamente significarán las vacaciones en nuestra casa: un poco más de tiempo con nuestra mascota en la cama y nada más, ya que nuestros hijos van a exprimirnos a más no poder.