Por lo general, recurrimos a los masajes corporales para relajarnos y descontracturarnos, y no le damos a nuestro rostro la importancia que necesita, a pesar de ser nuestra carta de presentación. Para lucir un cutis espléndido, no debemos olvidarnos de él a la hora de elegir una sesión de masajes. El masaje facial es ideal, y más después de una intensa jornada laboral, ya que es un medio para quitarnos el estrés y para relajar los músculos. No obstante, no sólo hay que tomarlo para este fin, también funciona para darle tonicidad y mantener la elasticidad de la piel y músculos, evitando que asomen las arrugas y líneas de expresión; para mejorar los contornos de los labios; como desintoxicante y oxigenante de los tejidos; para regenerar las células; acrecentar la circulación sanguínea y nutrir la piel. Además es muy bueno para el acné, las manchas, las ojeras y demás imperfecciones de la zona.
La miel no sólo es un producto que se consume como alimento, también es una excelente materia prima de la cosmética. Está unida a la belleza de la piel porque se demostró que su uso da resultados efectivos.