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Dom, Abr

El amante perfecto

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El querer ser la mejor de todas en la cama, es un fenómeno que puede parecerte extraño, pero es  más frecuente de lo que podés imaginar. Es un  problema que afecta tanto a  hombres como a  mujeres, con o sin pareja estable.

Cuando se busca la perfección sexual, el hombre tiene como objetivo ser el mejor, el que más rinde, el que dura el mayor tiempo, el que tiene la mejor erección, el que consigue que la mujer tenga los mejores orgasmos y en mucha cantidad.

A su vez, las mujeres buscan ser las amantes más perfectas e inolvidables, ponen toda la atención en él, se informan y buscan cada día estimular al hombre para que nunca la olvide y así convertirse en la mejor de todas.

Estos hombres y mujeres toman a su sexualidad como una competencia y es por eso que es habitual que ellas no tengan orgasmos y muchas veces les resulte difícil excitarse y sentir. Para los hombres, el panorama es muy desalentador, como la sexualidad es para ellos cuantificable y medible, si van por debajo de lo que  consideran excelente, pueden comenzar a sentirse mal, decepcionados y volverse muy autocríticos. Ni hablar si tienen alguna falla en la erección, con muchísima rapidez ésto se vuelve una disfunción permanente, los hombres que cuantifican a este extremo su sexualidad también les resulta difícil disfrutar. Cada acto implica una gran tensión en donde deben demostrar todos sus conocimientos.

Este tipo de personas tienen baja autoestima, compiten en todas las aéreas de la vida  para sentirse mejores.

Para que estas personas acudan a una consulta, tienen que verse forzadas/os por su pareja y con gran temor a perder el amor. Dada su personalidad, el pedir ayuda es reconocer que tienen un problema, entonces la negación es el mecanismo de defensa preferido: pueden comenzar a alejarse de su sexualidad, evitar al compañero/a, buscar excusas, convencerse de que simplemente no tienen ganas, y en algunos casos, pueden llegar a boicotear toda la relación antes de asumir que tienen un problema.

Si realmente desean conservar su relación y comienzan un tratamiento con compromiso, tienen posibilidades de comenzar a mejorar su autoestima y su sexualidad y por lo tanto tener una mejor calidad de vida.