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Mié, Abr

¿A qué señales debemos estar atentas para saber si nuestro hijo tiene un problema visual?

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El niño no puede avisar que no ve correctamente porque no conoce lo que es ver bien, motivo por el que debemos estar atentas a sus posturas o gestos, ya que son de mucha ayuda para poder detectar lo antes posible si tiene problemas de vista.

 

 Según Dr. Rafael Iribarren, miembro del Grupo Argentino de Estudio de Miopía y consultor de Novar empresa de lentes oftálmicos, hay síntomas que pueden alertar de que algo no va bien, como si el chico se acerca mucho a la televisión o al cuaderno cuando escribe o dibuja, si inclina la cabeza, si guiña alguno de los ojos, si su rendimiento escolar no es el adecuado, si tiene dolores de cabeza frecuentes o le molesta la luz.

De acuerdo a estudios de la Organización Mundial de la Salud, en el mundo hay 7,5 millones de niños en edad escolar portadores de algún tipo de deficiencia visual y sólo el 25% presenta síntomas. Entre las patologías oftalmológicas más frecuentes en la infancia, se encuentran las enfermedades de la refracción, que son problemas de visión que se producen cuando la forma del ojo no permite enfocar bien; es una condición que suele darse en diferentes grados de severidad en 1 de cada 5 niños.

Hay que tener en cuenta cuando al niño le cuesta ver bien lo que se escribe en el pizarrón o ver la televisión, desvía un ojo o tiene visión doble de manera constante o intermitente,  en actividades de cerca, ve doble o borroso de forma ocasional (y,  como consecuencia, sufre cansancio, nerviosismo o irritabilidad), tiene falta de interés por la lectura o pierde el hilo cuando está leyendo y hasta le resulta difícil recordar lo que leyó, al leer sigue el texto con el dedo, mueve mucho la cabeza o la tuerce o mezcla las sílabas, la comprensión de la lectura para su edad es baja o, incluso, inexistente, omite o añade palabras o se saltea un renglón, frunce las cejas, vocaliza en voz baja cuando está leyendo o parpadea excesivamente.

Otras consideraciones a tener en cuenta es cuando se tuerce al escribir y/o se sale mucho al colorear, al fijar la vista en alguna actividad inclina, gira o ladea la cabeza o la espalda, tiene dolores de cabeza frontales, náuseas o mareos por la tarde o después de desempeñar una tarea de cerca, sensibilidad exagerada a la luz, lagrimeo excesivo, ojos rojos o hinchados y se los frota con frecuencia, da pasos en falso, se cae con frecuencia o avanza la cabeza para ver mejor, se observa una rigidez corporal cuando mira objetos de lejos, estrabismo o bizquera hacia fuera o hacia dentro, se tapa o guiña un ojo de vez en cuando para ver mejor con el otro, se acerca mucho al libro, celular o tablet, tiene déficit de atención y concentración o bajo rendimiento escolar, mala coordinación entre ojos y mano (le cuesta atrapar una pelota) y/o sufre malestar, mareos o ve doble al visionar una proyección 3D.

Para prevenir los problemas de  visión, la Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil recomienda realizar los controles visuales oportunos al nacer, a los seis meses, al año, a los tres años, a los cinco y luego anualmente, para evitar problemas en un futuro, darle un mejor ciclo escolar y, sobre todo, brindarle una mejor calidad de vida.