Existe un gran porcentaje de mujeres que sólo consiguen tener orgasmos mediante estimulación directa sobre el clítoris, ya sea a través del sexo oral, cuando la pareja la acaricia o cuando se masturba. Tienen gran deseo de conseguir tener un orgasmo mientras las penetran, pero mientras eso sucede comienzan a intentar concentrarse en lograrlo y se tensan, por lo tanto, lejos de conseguirlo, disminuyen la excitación y el placer y comienza a predominar la frustración.
El primer consejo que te doy si pertenecés a este tipo de féminas, es que te relajes, que disfrutes del juego más allá del orgasmo, ya que no interesa cómo se logra.
El orgasmo es importante, no vamos a decir que no es la cumbre del placer y la descarga de la tensión, pero la sexualidad es muchísimo más vasta, y se puede disfrutar de principio a fin. Es un instante de desconexión del cerebro y del mundo exterior, donde la sensación es la protagonista, si no existe esta desconexión, es imposible alcanzarlo.
Quiero decir que el pensar y concentrarte en querer lograrlo, actúa de manera contra producente, impidiendo lo tan buscado y deseado.
Es ideal buscar las posiciones en donde el clítoris se pueda frotar mientras sos penetrada; puede ser por arriba de él, masturbándote o que él te toque a la par.
Como vivimos en una cultura coito céntrica, en donde la sexualidad se pierde sólo en el coito, mujeres que son felices con sus orgasmos producidos desde la estimulación del clítoris externo, se sienten mal por los reclamos masculinos, o de la frustración masculina cuando él dice que no puede hacerla gozar bien cuando la está penetrando, o que no le gusta lo suficiente hacer el amor con él.
Es positivo en este caso, que junto a tu pareja busques información sobre sexualidad femenina, en donde se explique cómo es el cuerpo de la mujer cuando se excita y las diferentes etapas y ritmos que te puedan ayudar a llegar al clímax.