Postura del gato - Una asana que flexibiliza toda la columna

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La pose Marjaryasana, se la conoce como la postura del gato porque simula los movimientos y la felixibilidad de este animal.

Existen muchas variantes de esta postura, pero describiremos la básica, que, como todas las demás, se comienza con el cuerpo en la posición de mesa.

-Arrodillate en el suelo, con las rodillas a la altura de las caderas y las manos en el piso. Los brazos y empeines deben estar estirados.

-Separá las rodillas teniendo en cuenta el ancho de la cadera y procurá que las manos estén separadas y alineadas con los hombros. Ésta es la postura de mesa.

-Comenzá el movimiento coordinando con la respiración. Inhalá y elevá la cabeza y glúteos permitiendo que la zona lumbar se hunda ligeramente hacia el suelo. Mantené la mirada al frente.

-Al exhalar, levantá la parte central de la columna hacia arriba, formando un arco mientras bajás la cabeza hacia el piso, mirando a los muslos, sin forzarla. Debés sentir cómo se contraen los músculos del abdomen.

-Seguí concentrada en el ritmo de la respiración y en las sensaciones corporales de esta postura. Durante el movimiento de la espalda, los brazos deben permanecer siempre extendidos evitando que se flexionen, sólo debe moverse la espalda.

-Para salir de la postura, subí lentamente la cabeza y bajá el abdomen y la columna. Vas a quedar nuevamente en la postura de mesa.

Es aconsejable repetir esta asana, cinco o siete veces, adaptándola al ritmo respiratorio de cada una, de manera suave y con movimiento lento, para que fluya de igual manera que la respiración.

Aporta grandes beneficios para la salud de nuestra columna vertebral porque estira el cuello y la espalda y le da un suave masaje a la espina dorsal y a los órganos del abdomen. Desbloquea y elimina dolores de columna. Induce a la relajación profunda, la flexibilidad y la soltura. Reajusta la columna en su posición más correcta. Libera la presión excesiva de los músculos. Además es muy recomendable para las embarazadas.

Cuando se practica en forma regular, se nota la diferencia en la espalda, ya que le otorga gran elasticidad, de un modo consciente y sin producir cansancio.