El verano suele incrementar el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por alimentos, debido a que, por las altas temperaturas y la humedad ambiente, estos productos son más susceptibles al desarrollo microbiano.
Como anticipan temperaturas superiores a las normales en gran parte del país, es crucial cuidar la manera en que se almacenan los alimentos para mantener la frescura y asegurar que estén en buenas condiciones para su consumo.
La Lic. Patricia Chávez (MN 10039-MP 6252) del departamento de Nutrición de Dim Centros de Salud, ofrece algunas recomendaciones para un mejor almacenamiento y conservación de alimentos.
Para guardar los alimentos de manera segura, se deben seguir algunas pautas:
-Luego de hacer las compras, se almacenan primero los alimentos que se conservan en el freezer (-18°C), luego los que se mantienen en la heladera (de 0°C a 5°C), y por último el resto.
-Hay que asegurarse de etiquetar la fecha de los alimentos para consumirlos antes de su vencimiento y utilizar recipientes herméticos para prevenir la entrada de aire y humedad.
-Al congelarlos, es importante fraccionar las cantidades en porciones más pequeñas para facilitar el descongelado y reducir el desperdicio.
-Utilizar recipientes resistentes al calor para transportar aquellos que precisan refrigerarse. Si durante el traslado se descongelan, no hay que volver a congelarlos.
-Las frutas y verduras previamente lavadas deben almacenarse en los estantes superiores de la heladera, y las que se encuentren sin lavar en los estantes inferiores. La indicación es para evitar la contaminación cruzada.
-Si se lavan previamente antes de almacenar en la heladera, hay que secarlas con un repasador limpio o toalla de papel para que no se deterioren.
-Guardar carne en el freezer de manera adecuada es fundamental para preservar su calidad y prevenir la proliferación de bacterias. Es recomendable utilizar envases herméticos o bolsas aptas para evitar la entrada de aire, fraccionar la carne en porciones más pequeñas antes de congelarla y etiquetar cada envase con la fecha.
-La duración estimada en el freezer, por ejemplo, de un bife con hueso o una carne de hamburguesa es de 3 a 4 meses. En guisos o platos con carnes cocidas, el tiempo estimado es de 2 a 3 meses. Si se lleva al freezer un pollo entero, la duración será de 12 meses, pero si se quiere conservar en presas, su vida útil será de 9 meses aproximadamente.
Si bien muchos alimentos pueden congelarse, no todos se conservan bien después de dicho proceso. Por ejemplo, las frutas y verduras con alto contenido de agua, como las sandías, se pueden volver blandas al descongelarse. En esos casos, son útiles para utilizar en preparaciones como jugos o licuados.
El mantener los productos lácteos fuera de la cadena de frío durante un tiempo prolongado puede incrementar el riesgo de deterioro. Se recomienda refrigerarlos lo más pronto posible, evitando una exposición que exceda las 2 horas y respetando la cadena de frío. Siempre es mejor refrigerar estos productos rápidamente para mantener su calidad y seguridad.
Es importante recordar que estos tiempos pueden variar dependiendo de las condiciones específicas. Una vez abiertos, verificar en la etiqueta la recomendación de consumo, por ejemplo, para la leche generalmente son 3 días.