Ser niño hoy no significa que no pueda estar a la moda. Lo que años atrás era un calvario, en la actualidad se volvió una de las actividades más divertidas para los más pequeños: ir de shopping y pensar qué ponerse.
Para imitar a sus mamás, o por seguir una tendencia juvenil, las nenas suelen volverse locas con ponerse lindas y usar maquillaje, zapatos y cualquier accesorio que las haga ver como esas “chicas de la tele”.
Hoy en día, la mayoría de los diseñadores han lanzado su marca para chicos. Este es el principal indicio de que la moda ya no tiene límite de edad. Los actores más famosos de Hollywood convirtieron a sus respectivos hijos en iconos de las tendencias más actuales logrando que miles de mujeres imiten sus looks.
Cabe destacar, que hay muchos diseños que en la búsqueda de adaptar las prendas diseñadas para adultos, logran que los niños pierdan esa característica pícara y tierna típica de su edad.
Con la llegada de las fiestas, podemos recorrer las vidrieras más importantes y ver una gran diversidad de diseños de prendas especialmente preparadas para la ocasión. Vestidos y shorcitos súper cancheros para ellas, y camisas con bermudas para ellos, coparon las tendencias infantiles por doquier.
En materia de zapatos, las sandalias son las más elegidas. Tanto para las nenas como para los nenes, sus diseños versátiles y cómodos, hacen que las mamás opten por ellas para calzar a los pequeños. Lo bueno es que no sólo las pueden usar durante el día, sino que de noche también las pueden combinar con algún conjunto un poco más arreglado.
Se viene el verano y los trajes de baños son indispensables. Para ir a la playa o a la colonia, es fundamental que tengan al menos un par de ellos para poder recambiarlos. A la hora de tomar la decisión de comprar una malla nueva, vamos a encontrar diseños muy femeninos que combinan volados con texturas naif, y para los hombrecitos, los tradicionales shorts de baño en cientos de colores con los dibujos del momento.
Una de las cosas lindas que tienen los niños es la inocencia, la ternura y la gracia que emanan al vestirse. Permitámosles jugar a ser grandes un ratito, pero no les quitemos lo más lindo que tienen: la niñez.