Día Mundial del Niño Prematuro: cómo cuidar a estos bebés en sus primeros meses de vida

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 Este viernes 17 de noviembre es el Día del Prematuro. La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) considera la prevalencia de prematurez - es decir, de un bebé que nace con menos de 37 semanas de gestación – en un 8% en nuestro país. Los recién nacidos de menos de 1500 gramos son el 1,2% de los 700.000 nacimientos anuales en el país, lo que implica unos 8.400 niños aproximadamente.

 

La SAP denomina "prematuros extremos" a los bebés que nacen antes de las 28 semanas de gestación y suelen pesar menos de 1000 gramos. 

"Hace no más de tres décadas muchos de estos niños no sobrevivían y no se les administraba tratamiento alguno. Actualmente, la disponibilidad de nuevas terapéuticas, la creciente complejidad de las unidades de cuidados intensivos y la especialización en Neonatología, han permitido la supervivencia de niños nacidos a las 24 o 25 semanas con algo más de 500 gramos en su nacimiento", explica María de los Angeles Caia (MN 115718), médica pediatra de la CESAC Número 2 Área del Hospital Pirovano. 

Cuidados especiales de un bebé prematuro 

“Al nacer, el recién nacido atraviesa una serie de cambios que implican la adecuación al nuevo ambiente. Dos de los más importantes son la respiración con su intercambio gaseoso y la termorregulación. Para proporcionar un entorno controlado y seguro, se desarrollaron equipos que cumplen con todas las funciones necesarias para garantizar que el bebé que ha nacido en forma prematura se encuentre en condiciones de temperatura y humedad controladas", explica la Licenciada en Enfermería Soledad Romero, Especialista Clínica de Productos de Centro de Servicios Hospitalarios. 

Estos equipos de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales son cunas radiantes, incubadoras e incubadoras duales. Esta última combina las funciones de una cuna radiante y de una incubadora en un mismo equipo. 

Por su parte, la pediatra María de los Ángeles Caia dice que "si estos bebés nacieron en forma prematura pueden acarrear problemas respiratorios a causa de la inmadurez de sus órganos. Los médicos para asegurarnos de que esto no ocurra les hacemos un control continuo con monitores cardiorrespiratorios".

Ahora bien, una vez que los bebés llegan a su peso, respiran y se alimentan por sus propios medios reciben el egreso hospitalario. Pero, estos niños, al llegar a sus casas, deben tener algunos cuidados especiales. La pediatra del Hospital Pirovano, da algunas recomendaciones. 

"Por empezar, es recomendable que antes de irse del hospital los padres se asesoren detalladamente de los cuidados que deberán tener con el recién nacido", explica Caia. 

Algunas pautas necesarias cuando se tiene un bebé prematuro: 

-Extremar las medidas de higiene y lavarse bien las manos antes de tocar al bebé.

-Evitar las visitas en las primeras semanas. 

-Prevenir cambios bruscos de temperatura. 

-Vigilar la alimentación y el peso. Eso estará al cuidado del control pediátrico. 

-También, pueden requerir suplementos vitamínicos y de hierro, algo que puede indicar el médico tratante.

-De ser posible, la lactancia materna es ideal, pero también hay fórmulas especiales para prematuros. 

-Si se lo nota estreñido o tiene diarrea hay que consultar con su médico pediatra. 

-Un bebé prematuro necesita un ambiente tranquilo, con luz tenue y sin ruido.

-Al alzar o cambiar al bebé hay que tener en cuenta que su cuello no tiene aún fuerza para sostener bien la cabeza y habrá que tomarlo con mucha precaución. 

-No se debe fumar cerca del bebé, los prematuros son más propensos a padecer enfermedades respiratorias.

-Estos bebés necesitan revisiones más frecuentes por parte de los médicos, ahí hay que armar una agenda muy detallada de sus controles. 

La importancia de la cercanía de los papás a la Neo según la OPS 

Este año, la Organización Panamericana de la Salud ha decidido hacer foco en la necesidad que los padres no sean considerados como visita y tengan acceso irrestricto a las Unidades de Cuidados Neonatales Intensivos (UCI). Esta medida conlleva enormes beneficios para el desarrollo del bebé ya que favorece el contacto piel a piel, la lactancia y el apego precoz, así como para las familias, en tanto reduce el estrés y la angustia.