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Dom, Abr

Cómo elegir una joya como regalo para las madres

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 Dada mi experiencia en el mundo de las joyas, siempre tuve la certeza que el poder lucir una pieza de joyería nos hace ver y sentir mejor. Pero, si además, esa joya tiene una connotación emotiva ese significado se vuelve mucho más profundo. 

 


Para este Día de la Madre, regalar una joya -que también puede personalizarse- es querer quedarnos en el recuerdo eterno de quien la recibe. Una joya nos permite transmitir mucho: entre otras cosas, puede ser sinónimo de agradecimiento por el amor incondicional y de valorar todos los esfuerzos que día tras día las madres hacen por sus hijos y familias.

 

Para elegir una joya para mamá, desde Testorelli 1887 recomendamos tener en cuenta sus gustos, su estilo, la actividad que realiza y, además, interiorizarse sobre qué piezas ya posee. Esto permitirá, según sea el caso, poder complementar sus joyas con un par de pendientes, un colgante o un anillo.

 

Además, personalizar los regalos es una de las tendencias que más crecen en las joyerías. En el metal precioso podemos dejar reflejadas pequeñas inscripciones que acompañarán a las madres para siempre. Pueden grabarse medallas o dijes lisos que luego se incorporan a cadenas, gargantillas o pulseras. También en el interior de los anillos pueden grabarse fechas o nombres para dejar plasmados allí los recuerdos.

 

Otra opción es crear un lazo especial con las personas que queremos usando todos la misma joya o iniciar una tradición familiar para las mujeres de la familia.

 

Sea cual sea la elección, regalar una joya a mamá en su día es una de las opciones más fiables y perdurables en el tiempo, como el amor de madre.