Postura del arado: variantes

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 La postura del arado, es una de las posiciones más importantes del grupo de la espina dorsal hacia delante, excepcional para los nervios espinales. Te detallamos dos de sus variantes que podés realizar en tu hogar.

Variante 1:

-Extenderte en el suelo con las piernas juntas y estiradas y los brazos a ambos lados del cuerpo.

-Presionando las manos con el suelo, elevar en el aire las piernas, las caderas y la espalda.

-Colocar los pies sobre el suelo más allá de la cabeza, manteniendo las piernas bien estiradas.

-Para ejecutar la variante, desplazar las piernas estiradas, tanto como puedas, hacia la derecha o la izquierda, y mantener la postura con las manos en la nuca.

-Para deshacer la asana, hay que dirigir los brazos a la posición inicial y hacerlo con lentitud.

La concentración está en el cuello. La duración del ejercicio es de 20 a 60 segundos y se puede realizar una o dos veces.

Los efectos que tiene es que revitaliza todos los músculos y nervios de la espalda; ejerce un masaje profundísimo sobre el cuello, hombros y vértebras cervicales; tonifica los músculos de las piernas y caderas; energetiza el cerebro; regula el funcionamiento de la glándula tiroides y favorece la interiorización; y estimula la capacidad de concentración.

Variante 2

-Extender en el suelo con las piernas juntas y estiradas, los brazos, a ambos lados del cuerpo.

-Presionar las manos contra el suelo y elevar en el aire las piernas, las caderas y la espalda.

-Situar los pies en el suelo más allá de la cabeza, alejándolos tanto como puedas del propio cuerpo.

-Flexionar las piernas y colocar las rodillas en el suelo, dejando la cabeza entre ellas.

-Los brazos deben permanecer en la posición inicial. Después de retener la postura hay que deshacerla con lentitud.

Aquí también la concentración está en el cuello pero el tiempo indicado es de 10 a 30 segundos y se debe ejecutar una sola vez.

Hay que evitar cualquier esfuerzo y realizar la variante con prudencia y de a poco las rodillas irán aproximándose al suelo.

Los efectos, además de lo dicho en el caso anterior, es que ejerce un masaje aún más profundo sobre el cuello, vértebras cervicales y hombros, dotando a todas ellas de gran elasticidad.