Vivimos en un mundo pluricultural donde las raíces se extienden hacia la inmensidad de los sentimientos más profundos del ser. La función de la cultura, como tal es la de garantizar la supervivencia de la especie facilitando su adaptación al medio en el cual se desarrolla.
Los seres humanos practicamos cada una de nuestras vivencias diarias dentro de una sociedad donde demostrar quienes somos en realidad está mal visto o, por lo menos, eso es lo que hasta hace pocos años se suponía.
Las construcciones y mandatos hegemónicos preestablecidos por los antepasados han generado en muchas personas un alto grado de daño. Son incalculables los números de casos fatales, que aún hoy en día siguen sumándose a la estadística mundial.
Orgullo es un sentimiento profundo, interno, colmado de emoción, donde la expresión nos gana y logramos transmitir quiénes somos en realidad. Este sentimiento de satisfacción máxima por aquellos logros y méritos propios de una elevada autoestima alcanzada, simplemente refleja la capacidad de la persona en poder manifestar aquello que verdaderamente está dispuesta a trascender frente a la sociedad.
El Counseling apoya y acompaña este sentimiento profundo de descubrimiento de las personas y empatiza con cada una de las situaciones que atraviesan, en la mayoría de los casos son dolencias profundas e internas por estar viviendo durante décadas en la oscuridad de su ser.
Desde el Counseling estamos orgullosos de que cada uno de nuestros acompañamientos pueda atravesar a las personas más allá de su género u orientación sexual. Donde la escucha y la aceptación incondicional empoderan a la persona desde un plano íntimo y congruente en el vínculo terapéutico.
Hoy el mundo se une para celebrar la libertad de ser nosotros/as mismos/as, aunque las raíces sean tristes y dolorosas. Transformar la historia en alegría es cuestión de unión cultural, para superar los prejuicios y ser aceptados/as por quienes somos en verdad.
La autenticidad de las personas las hace fuertes y empoderadas, desde allí trabajamos en la profesión, para brindar las herramientas adecuadas para sostener y habilitar un camino de conocimiento personal hacia la trascendencia.
Esta celebración nos invita a conectar y compartir con todos los seres humanos, sin discriminación por su orientación sexual elegida para practicar en su privacidad.
Es un día de unión y fraternización con la humanidad misma, donde todos los prejuicios quedan a un lado, para conseguir la coalición y la lealtad a la vida propia y libre de las personas.
Todos/as tenemos el derecho de ser, vivir y reflejar quienes realmente somos, donde la libertad nos hace únicos/as, singulares y perfectos/as. Es imprescindible que la consultoría psicológica acompañe la elaboración de la nueva cultura, libre y digna, sin lazos de opresión de aquella mirada mundana de quienes supieron construir estereotipos desestabilizadores, hegemónicos y patriarcales en las sociedades.
Desde nuestra profesión nos brindamos a la construcción conjunta y hermandada, para una comunidad emancipada, donde las personas puedan expresarse asertivamente en cada uno de los espacios en el cual habita. A la reeducación dentro de la sociedad se accede con acciones concretas, donde se revaloricen los sentimientos profundos de las personas y no sean juzgadas por nadie.
Acompañar a las personas en este proceso es una acción esencial como parte de nuestra labor, trabajamos fuertemente para que los individuos logren la capacidad de descubrir su autenticidad y manifestar quiénes son en verdad. Lo que orgullosamente piensan que son.