Cuidados del recién nacido

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El objetivo es ayudarte a cuidar a tu bebé sin que te compliques y a entenderlo mejor para que puedas relajarte y disfrutarlo en cada paso de su crecimiento y desarrollo.

Exámenes: Los primeros exámenes y evaluaciones del bebé se llevarán apenas nace. El test de Apgar consiste en valorar el estado del bebé al nacer. Para ello se tienen en cuenta determinados signos vitales: ritmo cardíaco, patrón de respiración y llanto, color de la piel, tonicidad muscular y reacciones reflejas. Esto se realiza en tres momentos distintos dentro de los primeros cinco minutos de vida para evaluar si el bebé requiere atención especial de inmediato o no. Por otro lado entre los dos y cinco días de vida se le efectuará un análisis de sangre, para detectar la presencia de la fenilcetonuria, el hipotiroidismo congénito y la fibrosis quística.  

Mucosa: En los primeros dos o tres días de vida es común la secreción de gran cantidad de mucosa incolora que hasta puede causarle vómitos y/o regurgitaciones. Se debe a que ocasionalmente su estómago se llena de ésta sustancia y el bebé la eliminará a través de su garganta.

Pechos: En muchos casos, tanto los varones como las mujeres, nacen con sus pechos inflamados. Las hormonas maternas que han pasado al cuerpo del bebé antes de nacer son las causantes. Generalmente los pechos tardarán en deshincharse entre una semana y hasta dos meses. No hay que apretarle los pechos, puesto que puede causar una infección. Consultá a tu médico si notás que se ponen colorados.

Flujos vaginales: Con frecuencia, las niñas recién nacidas pueden sangrar muy levemente a través de la vagina durante el primer y segundo día de vida y hasta doce días después. Es a causa que las hormonas maternas han pasado al cuerpo del bebé antes del nacimiento. Otra posible secreción vaginal es la de una mucosa blanca inmediatamente después del parto. Este tipo de secreción es mucho más común. Será importante determinar si el sangrado proviene de la zona vaginal o rectal, puesto que las causas de uno y otro no son las mismas. De todos modos, en el caso que tu bebé esté entre estos casos, consultá a tu médico.

Piel: Al nacer, la piel puede conservar una vellosidad, llamada lanugo, en su espalda, hombros y brazos. Es totalmente normal y la irá perdiendo con el roce de la ropa y el baño. Además, es probable que notes pequeñas marcas blancas ("manchas de leche") en la cara. Las mismas desaparecerán en uno o dos meses sin aplicar ningún tratamiento. Asimismo, en algunos casos notarás eritema, unas manchitas color púrpura entre los ojos, por sobre la nariz y/o arriba del área de la nuca. Generalmente desaparecerán en uno o dos años. Por otro lado, con frecuencia, luego del primer o segundo día de vida, los recién nacidos desarrollan una erupción colorada que se asemeja a la picadura de mosquito. Esta clase de urticaria es inofensiva y desaparecerá eventualmente.

También puede desarrollar dermatitis del pañal. Esto ocurre ocasionalmente uno o dos días después del parto. Simplemente incrementá el tiempo de exposición de su piel al aire cuando le cambiás el pañal o cuando lo bañás, y pedile a tu médico que te recomiende alguna crema para aplicarle en la zona afectada.

Fontanelas: En la parte centro superior de la cabeza de tu bebé donde no hay hueso del cráneo, se encuentran espacios blandos. Estas aberturas entre los huesos craneales se denominan fontanelas y permiten achicar el diámetro de la cabeza y de esa manera permitir su pasaje por el canal de parto. Por lo general, se cierran entre los seis y dieciocho meses de vida.

Deposiciones: En el primer y segundo día de vida tu bebé ensuciará el pañal con una sustancia llamada meconio de color oscuro, casi negro. Después de dos o tres días de alimentarse del pecho, sus deposiciones serán color amarillo-mostaza y su consistencia floja. Si, se alimenta con fórmula, cambiarán de tono hacia el verde y luego hacia el amarillo. Notarás que tendrá una deposición después de cada comida, de todos modos, su cantidad diaria disminuirá luego de algunas semanas y los bebés que toman fórmula pueden ver reducidas a una diaria. Y muchos bebés lloran las primeras veces, es  normal, siempre y cuando no esté constipado, fenómeno que se torna poco probable si le das pecho.

Ictericia: Durante la primer semana de vida la piel y la esclerótica (parte blanca del ojo) de tu bebé pueden tornarse amarillos. A medida que se normaliza el funcionamiento del hígado se desvanecerá esa tonalidad de su piel y de sus ojos, por lo general luego del cuarto o quinto día de vida.  Sin embargo, deberá tratarse cuando es más severo.

Cordón umbilical: Veinticuatro horas después del nacimiento se le quitará el broche que se le colocó en el cordón al nacer. Algunos expertos recomiendan no bañar al bebé en la bañadera para no mojar el cordón mientras no se le haya caído. Sin embargo, hay quienes no están de acuerdo. Usualmente, el cordón se caerá de una a dos y hasta tres semanas después del parto. Lo importante es mantener el pañal por debajo del cordón para permitir que se seque con el contacto con el aire y aplicar alcohol en la parte más cercana a la piel utilizando una gasa cada vez que le cambies el pañal. Si la zona se torna colorada o dura, o si tiene alguna secreción o mal olor, puede tratarse de una infección, consultá a tu médico para que te indique el tratamiento.

Aumento de peso y crecimiento: Todos los bebés pierden peso en los primeros tres o cuatro días y luego comienzan a aumentarlo. Como regla general, los bebés duplican su peso a los cinco meses y lo triplican al año. Y su crecimiento aproximado, es de 25 cm en el primer año.

Pene y vagina: Al higienizar su pene no intentes tirar del prepucio (la piel que cubre el glande), puesto que generalmente está adherido (si tu bebé no está circuncidado) y se puede desgarrar. Por lo tanto al higienizarlo, sólo hacelo en forma exterior.En el caso de las nenas, usá una tela limpia suave, agua tibia y jabón neutro para remover cuidadosamente los restos de las deposiciones que pudieran quedar entre los labios de la vagina. Siempre higienizá esta zona de adelante hacia atrás para evitar que los gérmenes del recto lleguen a la vagina.

Ojos: Notarás que al nacer se le colocará un antibiótico en forma de pomada en sus ojos para prevenir posibles infecciones. No es necesario seguir ningún procedimiento especial para la higiene de sus ojos siempre que la esclerótica (parte blanca del ojo) esté blanca. Para higienizar la zona usá sólo agua tibia y una tela limpia o un poco de algodón, desplazándolo desde la parte más cercana a la nariz hacia afuera. Si la parte blanca se torna colorada o amarillenta contactá a tu médico.

Estornudos: Los bebés recién nacidos suelen estornudar sin razón aparente, con frecuencia lo hacen cuando se los expone de repente a la luz. Y al hacerlo despejan los orificios nasales de sustancias no deseadas. Si tu bebé está congestionado y tiene tos o está inapetente, consultá a tu médico.

Llanto: Los bebés lloran más a partir del segundo o tercer día de vida, puesto que en los comienzos está más somnoliento y menos hambriento.
Pero no siempre llorará por hambre, pensá que durante nueve meses tu bebé estuvo contenido dentro tuyo. La temperatura a la que estaba expuesto era la correcta, lo mismo con la cantidad de alimento, la luz o, mejor dicho, la falta de luz, junto con los sonidos y el movimiento, le proporcionaban el medio ideal.Ahora tu bebé está en el mundo exterior y es probable que por momentos se sienta solo y desprotegido. Es por eso que a veces llorará para llamarte y tenerte cerca. Simplemente necesita sentir tu calor y tu olor.

No temas malcriar a tu bebé al responder de inmediato a su llanto; de esta manera crearás un vínculo basado en la comprensión y ayudarás a que se sienta seguro de sí mismo brindándole seguridad. No te desanimes si los comienzos son difíciles; de a poco aprenderás a reconocer los distintos llantos de tu bebé.

Sueño: los incidentes de síndrome de muerte súbita pueden reducirse colocando al bebé para dormir, sobre su espalda y no sobre su estómago. Hasta tanto no se le seque el cordón umbilical podés colocarlo de lado, puesto que los casos de muerte súbita sólo se dan en bebés de más de 28 días de vida. Asimismo, asegurate que la ropa no le ajuste alrededor del cuello. No debe tener nada que le impida mover su cabecita hacia los lados. Además, su colchón debe ser firme y durante los primeros seis meses de vida es preferible que duerma en una cuna sin almohadas o muñecos de peluche con los que se pueda sofocar.

Hipo: En muchos casos los bebés tienen hipo después de comer. Se debe a que han tragado mucho aire. No es para alarmarse, sólo les durará de cinco a diez minutos. Podés intentar que eructe, ofrecele un poco más de leche o el chupete para apresurar su conclusión.

Eructo: Al eructar, el bebé libera el aire que haya tragado al llorar o comer. Si traga mucho aire al comer, se sentirá satisfecho y perderá interés en la leche. Al eructar eliminará el aire y de este modo seguirá comiendo un poco más. Para hacerlo colocá a tu bebé contra tu pecho en posición vertical o sentado sobre tu falda sosteniéndole el mentón con tu mano. En ambos casos palmeale suavemente la espalda por debajo de las costillas durante dos o tres minutos. Si no eructa intentá acostarlo sobre su pancita por unos minutos y volvé a levantarlo, ésto hace que las burbujas de aire cambien de posición y salgan.

En ciertas ocasiones los bebés no necesitan eructar (muchos que toman pecho no tragan aire al comer). Así que no te desesperes si no eructa luego de intentarlo por varios minutos. En ciertos casos algunos bebés necesitan eructar antes de comer, especialmente si lloraron por un rato.

Baño: Muchos padres bañan a sus bebés todos los días. Sin embargo, un baño completo dos o tres veces por semana es suficiente para un bebé recién nacido. La regla principal para el baño consiste en comenzar higienizando las partes más limpias (ojos) y por último las más sucias (cola y genitales). De más está decir que la cola debe higienizarse cada vez que se cambia el pañal. Evitá usar demasiado jabón y usá agua tibia para enjuagarlo. Si tu bebé no disfruta del baño, en lugar de darle uno completo, lavale la cabeza un día, el cuerpo al siguiente y sus brazos y piernas al siguiente. De este modo le habrás dado un baño completo en tres días.

Para limpiar su nariz y oídos no utilices objetos duros ni hisopos, un trozo de tela húmeda sobre la punta de tu dedo será suficiente. No intentes limpiar sus canales auditivos o dentro de su nariz.

Temperatura ambiente: Es difícil generalizar acerca de a qué temperatura ambiente debe estar el bebé. Para la mayoría de los recién nacidos la habitación debe estar en 20 grados centígrados aproximadamente. Si tu bebé está muy abrigado sentirá calor y notarás que suda y puede desarrollar urticaria. Si tiene frío, tendrá sus manos, pies y espalda fría, y se acurrucará en su cuna para conservar el calor (mientras que tiene calor se estira para perder temperatura corporal). La temperatura ambiente será la correcta si sus manos y pies están frescos y el resto del cuerpo tibio.Para ayudarle a retener la temperatura corporal colocale un gorro de algodón especialmente por la noche.

Ropa: Si las temperaturas son bajas simplemente agregale ropa hasta que su cuerpo esté y se mantenga tibio. Si es elevada, usá algo liviano. Por lo general, si hace más de 25 grados sólo necesitará el pañal.