Tu postura corporal afecta a la salud de tu piel

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Nuestro cuerpo está diseñado para moverse; por eso, cuando se encuentra mucho tiempo en una posición incorrecta, empieza a resentirse. Dolores de espalda y cuello aparecen de inmediato; la columna vertebral pierde su función principal al no tener que soportar el peso del cuerpo, y sufre consecuencias. Por estar sentadas largos periodos, se genera un mayor índice de masa corporal y un aumento del perímetro de cintura, y esta posición afecta la circulación de las piernas que favorece la aparición de várices como también de celulitis. Si bien sabemos que la genética es un factor determinante -que afecta en un 20%-, los factores externos como la falta de ejercicio, una dieta desordenada y los malos hábitos posturales representan el 80% de su aparición.

 

 

 En el cuerpo, los efectos son evidentes, pero el uso excesivo del celular o de la computadora, así como la mala postura en el día a día, también pueden causar efectos en la piel:

 

-La postura cervical incorrecta colabora con la acentuación de la papada y con la aparición de arrugas en el anillo del cuello.

-Mantener la vista fija frente a la luz azul de pantallas hace que empiecen a marcarse líneas de expresión como la arruga vertical del entrecejo, en el contorno de ojos las líneas de rift o patas de gallo, y en la frente, a causa del movimiento provocado de los músculos faciales.

-Esa misma contaminación lumínica genera deshidratación y aumento de radicales libres, lo que genera flacidez y opacidad en la piel, entre otros.

 

Por suerte, con pequeños cambios y el avance de la ciencia, podemos revertir estos cuadros. En el caso de la celulitis, la piel se presenta áspera y con disminución de la elasticidad, por lo que es recomendable estimular la movilidad, incorporar o conservar hábitos saludables e incluir una correcta rutina de cuidado corporal, con productos de higiene específicos. Se recomienda utilizar productos con Ácido Glicólico (AHA´s), incorporar unos específicos de tratamiento e incrementar la hidratación.

 

En tanto, las claves para combatir los signos del envejecimiento prematuro por la mala postura y exposición a pantallas en el rostro son:

 

-Protegerse de la luz azul: es importante elegir antioxidantes y productos que combatan los radicales libres y eviten las arrugas producidas por contracción muscular reiterada. Además, es indispensable proteger la piel expuesta a los espectros de luz visible e infrarroja. LumiPrevent Loción y LumiPrevent Emulsión, de Lidherma son específicos para estas necesidades.

 

-Hidratar, humectar y proteger: siguen siendo pasos necesarios en toda rutina de cuidado. Utilizar componentes como el Ácido Hialurónico es apropiado en estos casos para hidratar y retener la humedad del rostro. Además, es fundamental el protector solar, el gran aliado para evitar el envejecimiento prematuro.  Fórmula Hialurónico, Hyaluronic 4D Face Cream, Biosmotic Water Cream de Lidherma, son indicados para estos objetivos.

 

-Prevenir y tratar arrugas: es necesario aplicar productos específicos para contrarrestar los efectos del estrés en la piel y que actúen sobre el sector que se requiere. Dherma Science Night Reset Cream de Lidherma, es un último lanzamiento que logra este cometido.

 

-Masajes: ayudan a la movilización del tejido y la oxigenación, y arrastran las toxinas que impiden mantener una piel saludable. Para realizarlos, podemos utilizar productos emolientes, antioxidantes y drenantes. Dherma Science Treatment Oil de Lidherma, por su textura sedosa, es indicada para los masajes faciales, y brinda luminosidad y lozanía.

 

Cabe resaltar que lo más importante es que cada una encuentre las soluciones necesarias según su biotipo cutáneo, que debe ser identificado por un profesional de la salud o estética.

 

Consejos

La prevención es la mejor aliada para la salud; por eso desde Lidherma comparten pequeñas acciones que podemos hacer para ayudar a tener una piel saludable:

 

Medí los tiempos. Cada veinte minutos, quitá la vista de la pantalla y mirá un punto fijo por fuera de la misma. Y cada media hora ¡incorporate! Ponete de pie, estirá los brazos, la espalda e intercostales y caminá.

 

Acondicioná el espacio de trabajo. Para tener una mejor postura: ubicá las pantallas a la altura de la vista, y el teclado y el mouse a la altura correspondiente a brazo y hombro.

 

Hábitos saludables. Hacé actividad física, mantené una alimentación variada y un buen descanso de al menos 8 horas de sueño.

 

Evitá las duchas largas y con agua muy caliente. Optá por el agua tibia o fría que ayuda a la piel, músculos y articulaciones.

 

Técnicas de relajación. Los automasajes o las rutinas de belleza son grandes aliados, brindando un momento de relajación general, una pausa en la rutina diaria.

 

¡Un último consejo! A la hora de descansar o distenderte, implementá estrategias de esparcimiento saludable, ya que continuar con el uso de pantallas y la mala postura seguirá influyendo en forma negativa. 

 

último, seguí haciendo las cosas que te gustan o que necesitás, enfocándote en detectar esas acciones que no te hacen bien para que puedas modificarlas y sigas disfrutando sin que eso afecte la salud de tu piel.