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Vie, Abr

Vivir con tapabocas ¿qué pasa con la sensación de falta de aire?

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El uso del tapabocas o barbijo ayuda a limitar la propagación de COVID-19 al reducir las gotas respiratorias que se lanzan al aire cuando respiramos, hablamos, reímos, estornudamos o tosemos. A esta altura de la pandemia nadie duda de su utilidad y necesidad pero también identificamos algunas dificultades de incluirlo en nuestra rutina, como la sensación de falta de aire.

 


 El barbijo puede generar alteraciones en la respiración normal dado que genera resistencia a la entrada y salida de aire y, como consecuencia, la concientización de la propia respiración. Esto sucede sobre todo en algunas actividades que implican movimientos múltiples, como cargar bolsas, hablar caminando o subir escaleras.


La cuestión se pone peor cuando se trata de pacientes con enfermedades del aparato respiratorio, cardiovasculares o neuromusculares. Utilizar el tapabocas puede transformar la respiración, hasta ese momento inconsciente en una actividad laboriosa, ruidosa y consciente. Esta experiencia desfavorable genera no sólo alarma, sino también efectos psicológicos que van más allá de la severidad de la enfermedad y afectan la calidad de vida de la persona que la padece.


Esta experiencia multidimensional negativa -denominada disnea- alcanza su máxima expresión en pacientes con disnea previa al uso del barbijo, que no pudo ser mejorada por los tratamientos médicos para su patología. Hablamos de enfermedades como Asma, EPOC, patologías intersticiales e insuficiencia cardíaca en sus grados más severos.

 

Esta situación transforma a la dificultad respiratoria en algo permanente y angustiante, impactando negativamente en la vida diaria. En algunos casos este síntoma es pasado por alto y no investigado en profundidad debido a que no es apreciado en todas sus dimensiones en el momento de la consulta, lo que genera aún más desesperación.


Por otro lado, cualquier persona sana puede sentir en forma leve dicha concientización de su respiración con algunas actividades diarias, como estar en espacios cerrados o hablar caminando, si se está usando un tapabocas.


Es importante aclarar que esta sensación tiene sus orígenes en la resistencia que pone el tapabocas en la entrada y salida del aire, tanto por la boca como por la nariz. Debido a ello el síntoma puede aparecer en individuos que tengan algún tipo de obstrucción a nivel nasal (Rinisitis, rinosinusitis, tabique desviado) y la desconozcan. Es por eso que alertamos para que eventualmente realicen una consulta para descartar patologías que pueden resolverse con mínimas intervenciones.

Si se siente dificultad respiratoria con el uso del tapabocas y no tenemos antecedentes clínicos, una consulta podría ayudar y, en aquellos pacientes con diagnóstico de enfermedades que podrían generar dificultad respiratoria, se debe evaluar un eventual empeoramiento o complicación. Se recomienda, además usar un barbijo quirúrgico en lugar de tela, o de algodón. También puede ser útil pausar los movimientos y respirar lentamente como silbando.