Todo el tiempo estamos comunicando, no importa si queremos o no, consciente o inconscientemente lo hacemos.
Cuando de imagen y comunicación hablamos, consideramos todos los canales de los que disponemos para hacerlo, como la comunicacion no verbal, el modo en el que estamos programadas, nuestro vestuario, los colores y hasta nuestro entorno.
¿Que pasó con esta nueva normalidad? Ha quedado expuesto nuestro hogar, ese entorno que dice mucho de nosotras.
En la cuarentena, tuvimos tiempo de ordenar, hacer nuevos espacios, deshacernos de cosas que ya no usábamos, descubrimos cosas nuevas, o que creíamos que ya no estaban ahí, y demás! Pero, con el paso del tiempo todo volvió a su desorden habitual, ese, del que ya de tan acostumbradas, hasta parece ordenado.
Todo esto dice muchos aspectos de nuestra personalidad, obsesiones, carencias, pensamientos, por eso no se omite este aspecto cuando hablamos de imagen, requiere de nuestra atención regularmente, que nos ocupemos y sea un hábito.
Si hay caos en el entorno podemos estar comunicando ciertas incapacidades para abordar algunos temas (sin profundizar ya que cada caso es muy particular) o bien, demasiado orden, puede estar denotando aspectos en los que debemos trabajar.
Vale analizarnos siempre, y si esto nos resultará dificultoso, pedir colaboración de expertos puede llevarnos a ver la luz y encontrar la armonía que se requiere para atender situaciones o asuntos que realmente requieran de toda nuestra energia.
Lo que nos toque vivir, siempre puede ser una oportunidad para mejorar nuestro entorno, y a nosotras mismas!