Las vacunas son una herramienta poderosa para prevenir enfermedades. Después del agua potable, es la estrategia sanitaria que más vidas ha salvado en la historia de la humanidad. El calendario nacional de vacunación en Argentina incluye más de 20 vacunas gratuitas y obligatorias para todas las etapas de la vida.
La libreta de vacunación es un documento muy importante ya que certifica las vacunas que nos aplicamos a lo largo de la vida, es la constancia de que cada una de las dosis, fue administrada en tiempo y forma por profesionales capacitados e idóneos.
Tanto en la niñez como en la adultez es probable que debamos acudir a ella, y si no la tenemos puede ser un problema.
El pediatra nos pide la libreta de vacunación para corroborar las dosis recibidas de cada vacuna y prescribir las siguientes.
Los inconvenientes por el olvido o la pérdida no se terminan en la niñez; en la vida adulta, la libreta también puede ser necesaria para cumplir algún requisito laboral o para ingresar a la universidad. Por otro lado, antes de realizar un viaje a determinados destinos es necesario recibir ciertas vacunas para prevenir enfermedades.
¨Es fundamental que cada aplicación sea registrada en la libreta de vacunas por parte del personal de salud que interviene en la vacunación. Es la constancia escrita de la vacuna que fue aplicada. Es un documento que debemos cuidar y conservar¨ destaca la Dra. Florencia Cahn, miembro del comité científico de la Fundación Vacunar.
En el caso de la vacuna contra la fiebre amarilla, la misma debe ser en el Certificado Internacional de Vacunación.
Algunos consejos para cuidar la libreta de vacunas:
-Guardar la libreta en un lugar seguro.
-No dejarla al alcance de los chicos.
-Tener una fotocopia del carnet y un registro digital de las aplicaciones de vacunas (foto por ejemplo).