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Jue, Abr

¿Estoy saliendo con un psicópata?

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Hace tiempo que te sentís mal en tu relación de pareja. Algo en tu cuerpo grita que él te manipula, pero tu mente intenta justificar sus conductas y actitudes. Es amoroso con tu familia y amigos pero en la intimidad vivís un infierno. ¿Acaso se trata de un psicópata? ¿Te encontrás durmiendo con el enemigo?

 

Está de moda utilizar los términos de la psicología para calificar – o descalificar – a las personas. La psicopatía entra dentro de los trastornos de la personalidad y tiene como característica principal la imposibilidad de empatizar y sentir culpa. El psicópata suele pensar sólo en su propio beneficio sin tener en consideración al otro. Cuando trasladamos esta descripción  a quien más cerca tenemos, a nuestro compañero de vida, podemos llegar a no saber muy bien en dónde estamos paradas.

Conocer cuáles son las conductas psicopáticas es información valiosa para no dejarse engañar o manipular. Y así poder decidirnos por vínculos sanos y nutritivos.

El psicólogo Iñaki Piñuel, experto en la prevención del acoso psicológico,  define como psicópata integrado o “doméstico” a aquel hombre o mujer que posee una sofisticadísima capacidad para el mal, es incapaz de ponerse en el lugar de sus parejas y sentir pena, lástima o compasión por ellas.

Éstas son algunas señales que podés tener en cuenta a la hora de determinar si hay un psicópata en tu corazón y en tu cama:

- Es capaz de bajarte la luna… desde el primer día: la velocidad y efectividad de su seducción suelen derivar en incertidumbre y zozobra. Es que el psicópata maneja todas las estrategias para enamorar y, una vez que la presa cae en sus redes, comienza a mostrar las garras y a hacerla sentir insegura de su amor.

- Es amoroso con todos… menos con vos: ese hombre encantador en el afuera puede ser un monstruo en el hogar. Cualquiera puede ser maravilloso en relaciones de poca profundidad. Sus múltiples caras pueden resultarle funcionales a la hora de conseguir sus objetivos.

- Te manipula sin piedad: logra desconcertarte con sus conductas; te hace sentir una marioneta a merced de su voluntad. Puede pasar de ser un ángel a un demonio, llegando inclusive a utilizar a la violencia verbal o física.  Miente, engaña, es capaz de cualquier cosa para obtener lo que quiere. El sexo puede ser maravilloso y, por momentos, inexistente. Pasás de sentirte en el cielo a estar en el peor de los infiernos en cuestión de segundos.

- Tu vulnerabilidad es su blanco: nada tiene de malo ser vulnerable más bien, todo lo contrario, pero lo cierto es que el psicópata se fortalece en las debilidades ajenas. Sea porque estás atravesando un momento personal de tristeza, estás dispuesta a rendirte ante quien te ofrezca amarte o te sientas débil, cualquiera de éstas – u otras razones – son suficientes para que el psicópata vea una puerta abierta para entrar en tu vida. Una vez dentro de ella, su efecto puede ser devastador.

- Sentís que estás fuera de eje: no sabés bien qué te está ocurriendo pero perdiste el equilibrio. Los seres humanos tendemos a racionalizar lo que nos ocurre dejando de lado, por ejemplo, las manifestaciones corporales que pueden alertarnos de que algo no está bien. Puede que te duela el estómago, que sientas temor y aun así no logres explicarte qué es lo que te está pasando. Comienza por escucharte con atención;  si sentís que sola no podés, pedí ayuda a un terapeuta.

Si tu pareja es psicópata, la clave para que puedas poder volver a tener una vida emocional sana es que te alejes de él. Una persona con estas características de personalidad no cambia. Focalizá en tu vida y evitá, en lo posible, volver a tener contacto. Recordá que es especialista en manipulación.