Las verdaderas fantasías femeninas

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Después de las declaraciones de Cordera donde aseguraba que “hay mujeres que necesitan ser violadas” y su intento de corrección cuando declaró que “hay mujeres que necesitan la fantasía de ser violadas para llegar al orgasmo” decidí hacer esta nota para despejar tanta ignorancia sobre el tema.

 

Hace años que hago shows de despedidas de soltera y uno de los temas centrales es el de las fantasías sexuales y les aseguro que nunca, ni una vez, se planteó la fantasía de la violación. Básicamente porque implica que otro se hace cargo de nuestro placer y eso ya no sucede, por más que les pese. Hoy tenemos libertad para explorar nuestros cuerpos sin culpa y montones de juguetes sexuales que nos acostumbran a manejarlo como nos plazca y cuando nos plazca.

¿Serán los hombres reemplazados por silicona y pilas? No, pero nuestros deseos tienen que ver con lo que un juguete no puede hacer, por ejemplo llevarnos el desayuno a la cama, que ocupa uno de los primeros lugares. En cientos de fantasías que escuché de las bocas de mujeres entre sus amigas más íntimas, George Clooney, Harrison Ford y Brad Pitt cebaron más mates que cualquier uruguayo en su vida.

En el mundo real, un masaje con final feliz para nosotras es el que termina con los nudos que tenemos en la espalda, y no con nuestro galán mostrando su dedo gordo en alto y diciendo que le duele y no puede seguir después de unos míseros cinco minutos de servicio. Una vez realmente relajadas y satisfechas, empecemos con la maratón sexual, no antes.

Es por eso que toda profesión que nos brinde un servicio, es digna de nuestras ilusiones. Desde el plomero hot (si voy a fantasear no va a ser con el pantalón de Tito y la raya de su retaguardia, obviamente) hasta el mozo de un restaurante, toda profesión que esté a disposición de nuestras necesidades nos resulta altamente estimulante. Las mujeres solemos ocupar el lugar de proveedoras de cuidados dentro de la pareja y la familia y ser el centro de mimos y atención nos encanta.

Nunca falta la fantasía de estar con muchos hombres pero, la mayoría de las veces queda sólo en fantasía porque digamos la verdad: ya bastante difícil nos resulta lograr que uno solo entienda lo que nos gusta como para agregar más alumnos a la cama. Yo todavía estoy tratando que el mío entienda que los corpiños no se rompen, mucho menos si es nuevo y mucho menos si lo compré en tres cuotas y todavía no pagué la primera. Porque si tengo que elegir entre él y mi corpiño ni lo dudo: mi corpiño me sostiene siempre.

Otra fantasía recurrente es la del hombre negro, por lo exótico que generalmente nos resulta a las argentinas, pero sobre todo por el tamaño de su porte. Así y todo, por mejor dotado que esté el hombre de nuestra historia, siempre es un masajista en una playa paradisíaca o el mozo que nos acerca los tragos a la reposera. Incluso una vez una chica confesó que su mayor fantasía era comer papas fritas durante el acto sexual, uniendo así sus dos mayores placeres de la vida. Y ya que estaba agregó que las papas fritas no engordasen, porque total para soñar no hay límites.

Sole Castro Virasoro:

Autora del libro “Mujeres Alfa y hombres 2.0”. Podés seguirla en Facebook: https://www.facebook.com/MujeresAlfaOk/ y escucharla en radio los miércoles de 15 a 16 hs por Radio Conexión Abierta.