Protagonizala, desactivá la mente y activá todos los sentidos. Vivenciala. Estás ahí, está ocurriendo. La mente sólo acompaña en un rol muy pasivo y benevolente.
Cerrá los ojos. Concentrate en la respiración.
Visualizá lo que querés. Se parece a pensarlo; pero tiene un matiz distinto: quitale esfuerzo al pensamiento. Se trata de una concentración relajada en la imagen de tu deseo.
¿Cómo te sentís? ¿Qué efectos en vos y en los demás causa tu deseo? ¿Te gusta?
Bueno, esto es tan real como cuando te sentís atrapada en pensamientos dolorosos, que boicotean tu posibilidad de plenitud. Cambiá esos pensamientos por estas visualizaciones positivas. Hacelo con el entusiasmo que tengas HOY. Date la oportunidad de anticipar lo bueno y estimular que suceda.
No tenés miedo, ya estás ahí. Nada podés perder. Lo "perdido" sucedió por algo y seguramente tuviste mucho que ver en eso. Aceptalo y liberalo. Ya se transformó en tu realidad de hoy.
Abrí los ojos y hacé algo ¡ya! la emoción de la vivencia es tu impulso motivador. Es el momento de moverte hacia allí. No importa cuánto hagas, un pequeño movimiento vale, es energía puesta a favor del cambio.
Los pensamientos que obstaculizan, es ficción que genera la mente. Si vamos a generar ficción, ficcionemos a nuestro favor y generemos realidad, experiencia.
HACÉ LO QUE SIENTAS; y el pensamiento, sólo si es necesario, que venga después.
No se trata de luchar por grandes causas (nunca creí en ellas); sino de practicar cotidianamente y en las pequeñas cosas, acercarse y hacer lo que tenemos ganas.
De lograr SER en el HACER lo que somos. (Esa es la mayor causa y el mejor efecto).
Si fuésemos más valientes en este sentido, el mundo sería otro. No tengo dudas de esto.
Hoy tengo ganas de:
- Ir a la peluquería.
- Avanzar con mi trabajo en un tono de disfrute. Voy a lograrlo.
- Decir NO a lo que no me corresponde, no elegí, no me gusta, no me aporta, a lo que es interés de otro y no mío.
- Decir SI a todo lo contrario y comprometerme fuerte con la tarea, el proyecto y los involucrados.
- Tomar mate y mirar la lluvia por la ventana.
- Mirar algún capítulo de Lost.
- Decir te quiero, te amo cada vez que lo sienta, no importa el contexto, lo que pase y lo que haya pasado.
- Leer parte de algún libro que me atraiga.
- Irme de viaje...