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Jue, Mar

¿Cómo evitar los malentendidos virtuales…que pueden terminar con un romance?

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 Moverse en el mundo de la virtualidad requiere de determinados aprendizajes para los que, como en todo proceso de adquisición de nuevas experiencias, nos nutrimos del proceso de prueba y error. ¿Quién de nosotros no ha enviado un mail a la persona equivocada o dicho algo que se ha prestado a malos entendidos? Si de amores se trata, muchas veces no hay vuelta atrás.

En cuestiones sentimentales, nadie quiere cometer un error que pueda arruinar aquella relación que comienza a construirse.

Estos son algunos de los recaudos que debés tomar al usar sistemas de mensajería como chats, WhatsApp, grabaciones de voz, etc. cuando estás interactuando con ese hombre especial para vos.

Evitá la impulsividad: una cosa es ser espontánea y otra decir lo primero que se te viene a la cabeza sin medir consecuencias. A veces grabás un audio para hacerte la graciosa sin pensar que podés estar ofendiendo. Pensá antes de hablar, en línea como en la vida offline.

Recordá que en los chats no hay tonos: lo que pretendés que sea un mensaje elogioso, por ejemplo, puede tomarse de otra manera. Si tenés algo muy importante para decir, tomá tu teléfono y llamá o invitá a un café. Nada equipara a la voz humana cuando se trata de cuestiones trascendentes.

Revisá lo que vas a enviar: el grueso de los malentendidos virtuales nace porque actuamos a las apuradas y enviamos mensajes sin darles una revisada previa. Podés prevenir los equívocos si hacés una sola cosa a la vez. Concentrate en lo que escribís o decís y verás que la comunicación fluye.

Tené en cuenta que el otro lee de acuerdo a su estado de ánimo, no al tuyo. La interpretación que hace quien lee tiene que ver con su propia historia, con sus vivencias, con su momento actual. El ruido en la comunicación es algo muy difícil de evitar y es tu responsabilidad minimizarlo.

Usá selectivamente emoticones y emojis: está demostrado científicamente que los mismos provocan una actividad cerebral similar a aquella que se produce al mirar un rostro. Al igual que cuando seleccionás tus palabras, elegí tus caritas de acuerdo a lo que querés transmitir. No abuses; un exceso puede aparecer como una conducta infantil.

Tomá precauciones con los audios: si vas a decir algo que tu interlocutor tendría que escuchar en privado, podés advertírselo primero con unas líneas de texto. O directamente, al comenzar la grabación. Cuidá al otro como desearías te cuiden a vos.