Una alimentación saludable es aquella que aporta todos los nutrientes esenciales y la energía que cada persona necesita para mantenerse sana. Cuando se combina con el ejercicio, una dieta sana puede ayudar a bajar de peso, a disminuir el nivel de colesterol y a mejorar el funcionamiento del cuerpo diariamente.
Una persona bien alimentada tiene más oportunidades de:
-Desarrollarse plenamente.
-Vivir con salud.
-Aprender y trabajar mejor.
-Protegerse de enfermedades.
La alimentación variada asegura la incorporación y aprovechamiento de todos los nutrientes que necesitamos para crecer y vivir saludablemente. Alimentarse bien, además de mejorar la calidad de vida en todas las edades, ha demostrado prevenir el desarrollo de enfermedades como obesidad, diabetes, enfermedades cardio y cerebrovasculares, hipertensión arterial, dislipemia, osteoporosis, algunos tipos de cáncer, anemia e infecciones.
Para comer sano se recomienda:
-Distribuir los alimentos en 4 comidas principales.
-Tomar abundante cantidad de líquidos, preferentemente agua, jugos de bajas calorías.
-Moderar el tamaño de las porciones.
-Consumir por día 2 frutas y 3 porciones de verduras de todo tipo y color, preferentemente crudas.
-En el almuerzo y en la cena, la mitad del plato que sean verduras y de postre una fruta.
-Incorporar legumbres, cereales integrales, semillas y frutas secas.
-Consumir carnes rojas o blancas (pollo o pescado) no más de 5 veces por semana. Las formas más saludables para preparar la carne son al horno y asada.
-Consumir leche descremada con un contenido bajo en grasa al igual que los quesos. Se puede utilizar queso ricota descremado en lugar de queso crema.
-El yogur descremado sin azúcar puede reemplazar la crema en muchas recetas.
-Cocinar sin sal. Reemplazarla por perejil, albahaca, tomillo, romero, limón y otros condimentos.
-Evitar el uso del salero en la mesa.
-Limitar el consumo de azúcar y alcohol.