¿Cómo identificar las prendas que deben estar fuera de nuestro armario?

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Muchas veces nos vestimos y sentimos que algo no está bien, es como una especie de incomodidad interna que en realidad es un aviso que aquello que nos pusimos no es para nosotras. 

El guardarropas de una mujer es su alma, Pilar Sordo dice que es el espejo de la estabilidad mental y yo agrego, de la emocional. 

Algunos de los recursos para poder evaluar las prendas que definitivamente tenemos que regalar o donar:

-SI TE PROPORCIONA UNA MALA SILUETA, cuando una prenda deja al descubierto una parte del cuerpo que preferimos ocultar o cuando el corte no nos beneficia, es una prenda que debe estar fuera de nuestro guardarropas.

-SI NO TE SENTÍS CÓMODA, cada una de las prendas que llevamos puesta habla de quiénes somos, si con ella nos sentimos incómodas nuestra imagen no se verá beneficiada y comunicaremos inseguridad.

-SI NO SON LOS COLORES QUE TE BENEFICIAN, cada una de nosotras tenemos una paleta de color que beneficia el tono de nuestra piel, gracias a ellos podemos lucir más armoniosas. No dejés de hacer tu test de colorimetría para que te ayuden a elegir los colores que deben estar en tu armario.

-SI NO ES TU ESTILO, todas nosotras tenemos una personalidad definida que, gracias a los conjuntos que usamos, la transmitimos. Verificá que cada prenda comunique quién sos, es la mejor manera de tener una imagen auténtica.

-SI TE GENERA UNA CRISIS DE IDENTIDAD, ¿cuántas veces nos compramos una prenda que nuestra amiga llevó con mucha gracia el fin de semana, pero al usarla nos damos cuenta que no es para una? Regalásela!!

-NO ES DE TU TALLE ACTUAL, a todas nos pasa que guardamos prendas que hace un par de años o meses nos quedaban divinas, por talles chicos o grandes hoy debe estar fuera de tu armario. La elegancia no espera!

-NO TE ACTUALIZA, muchas veces parece que en la moda todo vuelve, pero vuelve distinto. Si tenés un blazer con hombreras de los 90´ NO TE LO PONGAS! solo te agregará años. 

-CUANDO COMPARTÍS UNA PRENDA CON TU HIJA, llega ese momento en el que tenés que dejar de compartir ropa con tu hija para ir en busca de tu nuevo estilo.