Como todos los meses, en la cercanía de los “días femeninos”, el cuerpo y el organismo padecen malestares, en muchos casos severos, en otros leves; cada cuerpo vive una experiencia diferente. A esos dolores se los conoce como premenstruales. Lo que realmente importa es saber cómo hacer para que no sean un karma, y poder, sobre todo, convivir con ellos.
En los días previos a la menstruación se produce un cambio hormonal que puede ser realmente molesto o bien pasar inadvertido, pero en un 60% las mujeres no pueden seguir desarrollando sus tareas habituales.
Las frecuentes presentaciones o procesos son hinchazón de estómago y/o de mamas, cansancio, dolor de cabeza, cuerpo, y como afirmarían los hombres: “el estado de ánimo híper sensible”.
Como alegaba recién, estos cambios o dolores aparecen de diferentes maneras, pero la alteración hormonal es la causa responsable y primaria de eso. Afecta en diferentes ámbitos, y hasta se puede llegar a la pérdida de la libido. Un efecto muy visible, es el cabello que se transforma en graso y la piel experimenta la aparición de granitos.
Las molestias menstruales suelen ser como las premenstruales, pero más intensas. Los síntomas más frecuentes son: dolor de cabeza, dolor agudo de abdomen, que puede irradiar a la parte inferior de la columna y muslos (aumenta y disminuye de intensidad); náuseas, vómitos, diarrea, calambres y sudoración. Asimismo, necesidad frecuente de orinar, dolor en las relaciones sexuales, cambios de humor: irritabilidad, nerviosismo, depresión; y falta de energía.
Para mitigar los dolores premenstruales, evitá ingerir alimentos pesados como los frutos secos, grasas y lácteos. Además de dejar de lado el tabaco, la cafeína y el alcohol, tratá de beber agua e infusiones. Hacé algo de ejercicio porque te ayudará a mantener la mente en otro sitio y te alejará de las dolencias.
Si bien toda mujer está acostumbrada y sabe que cada mes puede sufrir alguna de estas señales, lo recomendable es que se visite al ginecólogo, ya que se podría bajar el grado de dolencia o apaliar los síntomas. El tratamiento más efectivo, específico o “común” sería a base de analgésicos y antiinflamatorios con paracetamol o ibuprofeno. Pero existe la posibilidad de que el dolor sea muy fuerte, entonces el médico podría ofrecerte un tratamiento para que regule esa descarga de hormonas. La píldora, inhibidora de la función de ovulación, también es muy efectiva en casos severos.
De igual forma, tu especialista puede recomendarte tratamientos o remedios naturales, como tener un orgasmo, hacer ejercicios físicos de manera regular, (caminar, nadar o trotar), porque ayudan y favorecen la circulación. Además tener una alimentación saludable y específica como la ingesta de frutas, verduras y alimentos ricos en hierro, que compensan la pérdida de sangre y la sensación de cansancio y agotamiento. Beber abundante agua y líquidos bajos en azúcares pero ricos en fibras y minerales. Se deben evitar las bebidas alcohólicas y energéticas y el café, ya que pueden aumentar la fibra nerviosa y lograr un estado de excitación más rápidamente.
Un método que se puede utilizar en el hogar es apoyar en tu vientre una manta o bolsa de agua caliente, porque el calor recibido ayuda a que el dolor cese. Este procedimiento se debe realizar con periodicidad y que no dure más de 10 a 15 minutos por sesión con intervalos del mismo tiempo.
Síntomas más Frecuentes:
- Ansiedad, tensión nerviosa, problemas de sueño, fatiga, estreñimiento o diarrea.
- Inestabilidad emocional, vértigos, propensión a accidentes e hiperactividad exagerada.
- Cambios de humor, estado depresivo y estrés.
- Hinchazón de manos, piernas y pies, distensión abdominal, aumento de peso y de volumen.
- Dolor y aumento del volumen de las mamas.
- Dolor de cabeza, asma.
- El ejercicio, el cambio de dieta, la reducción de bebidas con cola o cafeína, complementos de vitamina B6, vitamina E y el aceite de onagra o prímula pueden ayudarte a combatir el SPM.
- Si con las medidas anteriores no mejorás o no podés llevarlas a cabo, te podrán indicar un tratamiento hormonal con progesterona, con estrógenos o con anticonceptivos orales.
- Cuando tu problema es de hinchazón generalizada y de aumento de peso o dolor mamario, el uso de antiinflamatorios no esteroideos y de determinados diuréticos, pueden ser eficaces.
Si la ansiedad, los cambios de carácter o los estados depresivos son intensos, la psicoterapia de apoyo o la indicación de fármacos ansiolíticos o antidepresivos podrán ser contempladas.
Por eso recomendamos que si no pudiste bajar o regular estos dolores con métodos naturales, y cada vez se intensifican más, te acerques al consultorio de tu médico y le comentes los pasos que realizaste, para que pueda saber dónde se encuentra y cuál es el grado de dolencia.