Explorá el camino de tu placer

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La zona erógena por excelencia en la mujer es el punto G, pero muchas otras partes del cuerpo también provocan extremo placer si son correctamente estimuladas. Tenés que conocerlas para informárselas a tu pareja, y así poder comenzar a explorarlas y conocer cuál es la que a vos te genera más excitación.  

Las zonas erógenas son tan buscadas porque son las partes del cuerpo que tienen más sensibilidad a causa de todas las terminaciones nerviosas que convergen en ellas, motivo por el que hacen que una persona se encienda casi de manera inmediata cuando son estimuladas.

Obviamente, cada una provoca sensaciones diferentes; es algo muy particular y subjetivo porque cada mujer es distinta. Por eso hay que dedicarle tiempo suficiente para saber bien qué es lo que más te hace estremecer.  

Prestá atención y tomá nota porque aquí Concepto de Mujer te presenta las zonas erógenas femeninas más codiciadas:

Vulva: parte del aparato reproductor femenino, el conjunto de todos los órganos genitales externos de la mujer, (que consta de labios genitales, clítoris, glándulas y salida de la uretra y la vagina). Estimularla da mucho placer y cuando esto sucede se lubrica la zona humedeciéndose y se llena de sangre a medida que la excitación se acrecienta.

Vagina: conducto fibromuscular elástico, es parte de los órganos genitales internos de la mujer, (además de las trompas de Falopio, el útero y los ovarios) y también del aparato reproductor. Tiene gran cantidad de terminaciones nerviosas por lo que es muy sensitiva y hace que se genere el gozo rápidamente. 

Clítoris: órgano eréctil y la parte más sensible de la mujer ya que se agrupan en él todos los nervios del placer; éste es el único motivo de su existencia en el cuerpo femenino y se encuentra en la parte superior de la vulva.  

Punto G: su verdadero nombre es Punto de Gräfenberg, porque así se apellida el ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg quien lo descubrió. Es parte de los genitales femeninos, y se encuentra detrás del pubis y alrededor de la uretra. Su motivación causa una satisfacción única e irrepetible. 

Perineo: está ubicado entre la vagina y el ano y también su adecuada estimulación provoca deleite sexual. 

Aunque a veces no se tengan en cuenta de la misma manera que las zonas arriba detalladas, las siguientes partes del cuerpo femenino también juegan un rol importante en las relaciones sexuales:  

Monte de Venus: almohadilla adiposa que tiene glándulas sebáceas y sudoríparas  es una zona sensible con terminaciones nerviosas, ubicada entre el ombligo y la parte superior de la vulva. 

Muslos: acariciar y masajear el interior de los muslos una vez que ya se está excitada te anima aún más debido a que la zona en esa situación acumula allí la sangre y hace incrementar la temperatura corporal. 

Senos y pezones: sin importar el tamaño, los pechos femeninos agradan al sexo opuesto y su estimulación también les encanta a las mujeres. Si a esto se le suma la del área del pezón, que también tiene múltiples terminaciones nerviosas, los resultados son extraordinarios. 

Cuello: es una parte del cuerpo que está llena de vasos sanguíneos y eso hace que sea muy sensible al mínimo roce.    

Labios: poseen una fracción del músculo esquelético, revestido por fuera por piel y por dentro de mucosa. El inicio del contacto sexual en la mayoría de los casos se da sobre estos órganos, por eso si te besan bien tenés casi el placer asegurado. 

Cabeza y cuero cabelludo: hacer masajes en esta zona es súper relajante y excitante. 

Orejas y oídos: como tienen terminaciones nerviosas el simple hecho de susurrar al oído provoca excitación, si además se estimulan suavemente los lóbulos de las orejas tu pareja sabe lo que es hacerte sentir plena. 

Espalda: zona sensual, lucirla hace verte sexy y segura y eso les gusta a los hombres, incitarla por completo es un momento sumamente excitante. 

Manos y muñecas: aunque parezca raro que puedan darte placer, es así, cuando son masajeadas correctamente el goce llega y además te relaja.  

Ojos: a la hora del sexo no hay que olvidarse de los ojos, desembocan muchos nervios en ellos y darles besos es estimulante para vos y símbolo de confianza para la pareja. 

Pies, tobillos y detrás de las rodillas: aunque estas zonas del cuerpo son delicadas y por eso deben ser estimuladas con suavidad, no hay que dejarlas olvidadas si querés apasionarte aún más en el acto sexual.   

Piel: es el órgano sensorial más extenso del cuerpo humano y es una zona erógena por excelencia. 

Ya sabés qué parte de tu cuerpo puede incrementarte el placer, para que descubras nuevas sensaciones tenés que quitarte los prejuicios y la vergüenza y pedirle a tu pareja que te ayude a descubrir estos lugares. Exigile más previa, más mimos, más susurros al oído, vas a darte cuenta de la cantidad de territorios que sin saberlo son fuente de gozo.   

Tené en cuenta que la imaginación también cumple una función primordial, porque con ella podemos fantasear y tener acceso a lugares sorprendentes. Por lo tanto el cuerpo humano además de tener una parte física tiene una mental, y juntas forman un todo que te permiten llegar al clímax.  

Si a estas zonas erógenas no las tenías en cuenta te conviene comenzar a hacerlo. De a poco van a darte un placer extremo y van a hacerte sentir más mujer que nunca.