Dos grandes mitos sobre el embarazo y la anticoncepción

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A lo largo de la historia se han ido construyendo mitos que han pasado como única verdad de una generación a otra. En el caso del embarazo y la anticoncepción estar mal informadas implica un gran riesgo. Por eso debemos basarnos en fuentes idóneas para mejorar la calidad de vida y evitar contraer enfermedades y/o embarazos no deseados.

Mito 1: En la primera relación sexual no se puede quedar embarazada

Cuando la mujer adolescente comienza a ovular, el cuerpo inicia la preparación para la función reproductiva, por lo tanto hay posibilidades de embarazo en la primera relación sexual, aunque no necesariamente la adolescente esté lo suficientemente desarrollada y en condiciones óptimas para llevar adelante un embarazo.  

La primera menstruación, por lo general, ocurre entre los 11 y los 13 años aproximadamente. Está precedida por señales de actividad estrogénica como la aparición del vello púbico, el desarrollo de los senos y el crecimiento del útero. Por ello se es casi tan fértil en esta etapa como en los años que le siguen.

Las adolescentes tienen, con frecuencia, ciclos en los que no ovulan, lo cual hace que sea un poco menos frecuente que queden embarazadas. Sin embargo, algunas jóvenes ovulan antes de comenzar a menstruar, por lo que también puede suceder en una joven que nunca menstruó.

Toda mujer debe conocer su ciclo y familiarizarse con su cuerpo desde que percibe los primeros indicios de cambios hormonales. Pero por sobre todas las cosas, es esencial que este conocimiento personal vaya acompañado de un extremo cuidado anticonceptivo si va a dar inicio a su vida sexual.

Este mito es tan fuerte que por falta de cuidados anticonceptivos, una quinta parte de las adolescentes quedan embarazadas en su primera relación sexual y un tercio de los embarazos que se producen en adolescentes se dan dentro de los 6 primeros meses de iniciadas las relaciones sexuales.

Mito 2: Cuidarse contando los días es un método anticonceptivo seguro

El conteo de días o método del ritmo resulta inseguro debido a la irregularidad del ciclo menstrual y a la duración de la vida activa de los espermatozoides. Inclusive durante la menstruación hay posibilidad de que se produzca un embarazo.

Se considera que el ciclo menstrual de una mujer es de 28 días. Sin embargo, ninguna mujer es cien por ciento regular, sino que normalmente los ciclos varían entre 21 y 35 días, siendo todos ellos normales. La ovulación y el período de fertilidad, por ende, no se pueden determinar con precisión.

Según el proceso ovulatorio, una mujer puede quedar embarazada desde los días que rodean la ovulación (punto medio entre una menstruación y otra) hasta, en algunos casos, los primeros días de su período.

A su vez, se debe tener en cuenta que en cada eyaculación se liberan alrededor de 300 a 400 millones de espermatozoides que viajan a través del cuello uterino hasta que se produce la fertilización o mueren. Un espermatozoide puede vivir hasta 7 días con capacidad fecundante en el cuello del útero. Esto reduce aún más la posibilidad de garantizar la seguridad del método de los días.

Por lo tanto, hay que tener mucha paciencia y constancia para no tener relaciones en los períodos inseguros, los cuales pueden llegar a dos semanas de duración; además de mucha suerte, para que la fisiología del cuerpo no cambie justo cuando se empieza a contar.

El cuidado anticonceptivo a través del conteo puede ser considerado como el método menos confiable.

Por eso recomendamos siempre estar bien informadas y consultar a profesionales para evitar pasar por momentos no deseados.