29
Vie, Mar

Rosa Parks: Cansada de ceder, dio un giro a la historia del segregacionismo racial

Typography

 Rosa Parks era una mujer afroamericana, que resistió la época de la segregación racial extrema. Cansada de tener que ceder siempre a las leyes discriminatorias, un día en el colectivo, dijo que no iba a darle su asiento a una persona blanca. Este hecho cambió su historia y la de su país. Comenzó la lucha incesante de un pueblo relegado y maltratado, para obtener, por fin, los derechos civiles que le correspondía. Es una de las 20 figuras más influyentes del Siglo XX y la Madre de los derechos civiles estadounidenses.

Rosa Louise McCauley nació el 4 de febrero de 1913 en Alabama, Estados Unidos. Su papá James, era carpintero y su mamá Leona, maestra, ambos afroamericanos y devotos de la iglesia metodista episcopal africana, a la que luego sería fiel la pequeña. Su infancia fue difícil y desde que se divorciaron los padres, la niña se fue con su mamá y su hermano a vivir a la granja de sus abuelos. Allí trabajó en campos de algodón para ganar un poco más de dinero ya que pertenecía a una familia muy humilde. Estudió en la escuela industrial Montgomery y en un colegio para maestros.

Por entonces, el nivel de racismo era extremo, y las personas de color no tenían ningún derecho en la sociedad, ni acceso a lugares públicos, colegios y hospitales, y si compartían lugares, los mismos estaban delimitados para que los “blancos” no se topasen con los “negros”.

Su abuelo estaba armado en su casa para protegerse de los ataques de parte del Ku Klux Klan. Por todo ésto su vida no fue nada fácil, pero nunca bajó los brazos. Trabajó de costurera y en una base militar y cuando terminó sus estudios conoció a Raymond Parks, un barbero con quien compartía ideales, se enamoraron perdidamente y se casaron en 1932.

Rosa, como no soportaba la segregación, aunó fuerzas con su esposo y comenzó a luchar para cambiar la situación en su país, para defender la igualdad y los derechos civiles en Estados Unidos.

Con ese propósito, fue asesora de la National Association for the Advancement of Colored People, que tenía como finalidad proteger y conseguir los derechos cívicos de las personas de color.

Pero su vida cambió con un acto heroico que tuvo lugar el 1° de diciembre de 1955, en el colectivo que viajaba como todos los días. Rosa Parks se sentó en el medio del servicio público, lugar que únicamente las personas de color podían estar ubicadas si no había otra de raza blanca parada. De ser así, debía ir hacia la parte de atrás y dejarle su ubicación.

Como no acató las órdenes del chofer, éste llamó a la policía que la apresó por disturbios. Tras pasar la noche en el calabozo y abonar una multa, quedó libre. Por este hecho, la historia de la segregación racial dio un vuelco en Estados Unidos.

La mayoría de las personas de raza negra, se juntaron para realizar un boicot a la empresa de transporte, dejaron de viajar en él y después de poco más de un año provocaron casi su quiebre porque eran la mayoría de los que viajaban. A causa de estas acciones, hubo muchos arrestos y, como el caso de Rosa, desvinculaciones del trabajo. No obstante, la lucha continuó y el gobierno cedió levantando la ley discriminatoria en los colectivos, por considerarlas anticonstitucionales.

Como no podía conseguir un nuevo trabajo y además recibió muchas amenazas debido a sus luchas sociales, en 1957 decidió irse a vivir a Detroit con su marido. Allí consiguió empleo como asesora del senador John Conyers quien la defendió diciendo que era la madre de los derechos civiles.

Cansada de los maltratos, de las injusticias, de la violencia y de la inequidad, nunca cesó de luchar por la abolición de la esclavitud y por la igualdad de las personas, lo hizo junto a su marido hasta que él falleció de cáncer en 1977.

Creó la Asociación por el Desarrollo de Montgomery, cuyo portavoz era Martin Luther King, el pastor de la Iglesia Bautista, de quien era fanática y además fundó el Instituto Rosa y Raymond Parks para el Auto Desarrollo, un centro de ayuda para jóvenes, que tenía entre sus objetivos dar a conocer la historia de los Derechos Civiles de Estados Unidos, para que la nueva generación sepa lo que han vivido sus ancestros y tomen ahora ellos la bandera de la lucha.

Ya grande, Parks dejó de trabajar por tener problemas de salud y se dedicó a escribir su autobiografía que en 1992 publicó con el nombre de My Story, y luego de unos años hizo lo mismo con Fuerza Silenciosa.

Participó de actos públicos junto a importantes políticos, de la inauguración del monumento en homenaje a los Derechos Civiles y de la bienvenida que se le hizo a Nelson Mandela tras recuperar su libertad.

Fue una mujer muy homenajeada, recibió medallas de oro, la presidencial de la Libertad y la del Congreso, el premio hacia la Mujer de Valor, de la Paz No Violenta, también fue incluida en el Salón de la Mujer de Michigan y miembro honorario de universidades; por si fuera poco, un museo y una biblioteca llevan su nombre, al igual que varias calles.

Debido a que sufría de una demencia senil progresiva, su mejor amiga, Elaine Steele, la cuidó el último tiempo, hasta que el 24 de octubre del 2005, falleció mientras dormía en Detroit.

Se realizó el funeral en el Capitolio de Washington, personas ilustres del ámbito político y de derechos humanos le rindieron homenaje y miles de habitantes se acercaron para despedirla. Por su parte, los colectivos de Montgomery y Detroit llevaron lazos negros por varios días.

Se convirtió así en la primera mujer negra que recibió este tipo de conmemoración en su país y en una de las 20 figuras más influyentes del Siglo XX.

El Presidente George Bush, con el que Rosa siempre estuvo en desacuerdo por su gestión con las personas de color, hizo construir una estatua para el Salón de los Bustos Nacional en Washington, con motivo de crear un mayor compromiso de lucha para terminar con la segregación racial.

Cuando se cumplieron 50 años del histórico día en el que Rosa Parks no cedió su asiento, el museo Henry Ford mandó a reconstruir el colectivo para ser exhibido.

Este mes hemos recordado a una mujer activista pacífica, para quien la timidez no fue un impedimento a la hora de hacer valer sus derechos y respetarse como persona. Con su simple negativa a ceder su asiento a una persona de tez blanca, hizo cambiar la historia del racismo en su país.

Desde entonces, han habido muchas modificaciones, de todos modos queda mucho por resolver aún. El camino ya está iniciado, ahora hay que continuar recorriéndolo para terminar con estas injusticias por siempre.