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Mié, Abr

Cómo cuidarnos en las fiestas

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Llega diciembre y comenzamos a lamentarnos por la cantidad de comida que vamos a consumir debido al incremento de reuniones sociales que tenemos para despedir el año, y para festejar la navidad y el año nuevo. Prácticamente pasamos el mes comiendo en gran cantidad y es posible que para contrarrestar la ingesta de tantas calorías se tomen actitudes erróneas. Quedate tranquila, acá te comentamos cómo debés cuidarte sin sacrificarte.

No ayunar. Una recomendación básica es que cuando tenés una cena especial no hay que hacer ayunos el resto del día. Generalmente salteamos comidas porque sabemos que después vamos a comer mucho, es un error; porque el ayuno-atracón es una paliza para el organismo. Lo ideal es mantener el ritmo de las cuatro comidas, aunque livianas, como una ensalada, para compensar los excesos calóricos de la noche.

Achicar las porciones. A la hora de sentarse a la mesa lo central es cuidar las cantidades. Hay que ser moderadas, las porciones deben ser chicas y si tenemos necesidad de repetir, entonces lo mejor es comer otra verdura o fruta.

Calmar la ansiedad. Para no caer en la tentación de devorarse todo, es bueno empezar a comer algo que de saciedad, como por ejemplo, una ensalada verde abundante, midiendo la cantidad de aceite. Y mientras comemos, intercalar agua entre bocado y bocado ya que la sensación de saciedad del estómago llega más rápido.

Para quienes disfrutan de acompañar la comida con alcohol, hay un truco extra que es el de poner el vaso con agua del lado derecho del plato, más al alcance de la mano; y del lado izquierdo, la copa de vino; así se reduce la ingesta de alcohol, que es una fuente líquida de calorías. Si sos zurda, invertir los lugares.

Los nutricionistas reconocemos que más que una cuestión de apetito, lo que hay que aprender a manejar es la ansiedad que despierta la comida. La saciedad, no viene dada por cuánto se come, sino por el tiempo en que se tarda en comer, por lo cual la ingesta debe ser lenta para darse tiempo de sentir que estamos satisfechas, sensación que llega diez minutos después.

Saber comprar. Para evitar las tentaciones durante este mes de las fiestas, en donde las góndolas están llenas de productos que tientan, hay que ir al supermercado con un listado y no recorrerlo por completo y despacio. Tampoco es recomendable guardar gran cantidad de comida en la alacena, porque una noche de bajón puede ser terrible.

Evitar el atracón. No está bien comer poco los días previos como para tener el permiso de atracar en las fiestas como si fuera la última cena. Este tipo de conductas tiene riesgos para la salud: desde sentirte muy mal física y anímicamente por haber quebrado una línea de equilibrio, o dormir mal, hasta cuestiones más serias como trastornos cerebro o cardiovasculares.

No abandonar la actividad física. Hay que hacer hincapié en la importancia de no abandonar la actividad física durante los días previos a las fiestas. Si no se puede ir al gimnasio, entonces salí a caminar o a andar en bicicleta.

Ya sabés, no hay misterios, si son días de mayor ingesta de comidas calóricas se debe compensar con otras livianas y con toda la actividad física que se pueda.