Consejos para tener una piel saludable

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 A pocos días del inicio de la primavera, momento en que comenzamos a exponer con más frecuencia la piel al sol, es muy importante ser conscientes de los efectos positivos y negativos que nos ofrece el sol todos los días. La planificación del día -en la medida que se pueda- nos sirve para saber si habrá demasiada exposición al sol, al tiempo que necesitamos comprender que las pantallas y la luz artificial también son fuentes de energía y, por lo tanto, suman tiempo de exposición. 

 

En cuanto a lo positivo de la exposición solar, gracias a esta energía absorbida, se puede sintetizar la vitamina D, que es de gran importancia para mantener una salud equilibrada. Se estima que para alcanzar valores óptimos de vitamina D son suficientes 15 minutos de exposición directa al sol 3 veces por semana sin protector solar. No se necesita más porque los efectos negativos siguen siendo mayores a los positivos. La protección contra los rayos UV evitan manchas en la piel y el riesgo a padecer una lesión maligna.

Una vez que nos hacemos conscientes de todo esto, podemos comprometernos a cuidar la piel todos los días y convertirlo en un verdadero hábito saludable

Es recomendable usar protección solar todos los días, con FPS +50 en las áreas más fotoexpuestas como la cara, cuello y manos. Lo mismo en cada área específica que tendrá contacto directo con el sol de acuerdo al día. Otras medidas que podemos implementar es proteger la piel del contacto directo con el sol con gorros, lentes y ropa; y renovar el protector solar cada 2 horas. Tampoco debemos olvidarnos de hidratar los labios con productos de farmacia específicos para esa zona. 

Con respecto a los protectores solares, hay que tener en cuenta que una vez abierto, su vida máxima es de 1 año ya que luego pueden perder efecto o incluso provocar irritación.

¿Cómo cuidar la piel en casa?

Con respecto a los cuidados de la piel en el hogar, es recomendable aplicar crema hidratante en todo el cuerpo y una específica para la zona facial, cuello y escote como mínimo una vez al día. 

También realizar una rutina facial al iniciar el día y al terminarlo. Empezando por la limpieza, siguiendo por la humectación y nutrición de la piel, y finalizando con protector solar (sólo por la mañana). Luego de todos esos pasos la piel estará lista para aplicar maquillaje.

A la hora de cerrar el día es importante hacer una buena limpieza facial, removiendo muchas partículas que no son visibles y que traemos de la calle. Esto evita la formación de granos, manchas y daños. La limpieza puede realizarse con geles de limpieza, jabones en barra, cremas, espumas, aguas micelares, entre algunas opciones. 

Por otro lado, es recomendable realizar una evaluación con un dermatólogo para adaptar las necesidades específicas de cada piel y establecer hábitos y productos. 

Finalmente, es importante aclarar que una buena hidratación oral y una alimentación saludable también ayudan a generar una mejor calidad de piel. Al pasar los años se puede observar una clara diferencia entre aquellas personas que se cuidaron la piel y las que no.