El paso de los años no debe acostumbrarnos a ver nuestra piel menos brillosa, es algo natural que sucede a medida que envejecemos, afortunadamente hoy es posible recuperar la lozanía y el efecto GLOW. Podemos vernos mejor, teniendo en cuenta algunos buenos hábitos que influyen más de lo que creemos en este efecto del brillo facial.
A partir de los 20 años (e incluso, en la actualidad, desde más jóvenes) tanto mujeres como hombres comienzan a hacer hincapié en la falta de “ese no sé qué” que tenía su rostro y ya no lo perciben. Ese brillito especial que se da con el ejercicio diario de retirar el maquillaje, exfoliar, hidratar y realizar mascarilla para lograr una hidratación más profunda entre tantas rutinas beauty.
Para mantener un aspecto saludable y tonificado de la piel repasamos el check list de las buenas prácticas que debemos ir incorporando:
-Protegerse de la luz azul: ésta la encontramos en todos los dispositivos electrónicos. Si pasas muchas horas frente a la computadora o el celular, aún sin exponerte al sol, no olvides aplicar SFP, para prevenir y evitar la deshidratación y aparición de manchas.
-Actividad física 30 minutos: ya lo sabías, lo escuchaste ciento de veces y de verdad, no hace falta exponerse a clases aeróbicas agotadoras. Media hora de caminata activa es suficiente, y siempre recordá hidratarte de forma adecuada en base agua. Pero, ¿pensaste por qué se hace tanto hincapié en mover el cuerpo? La piel, es el último órgano del sistema al que le llegan nutrientes e hidratación por lo que a menor circulación de la sangre menos oxigenación y ante esta falta la piel se ve más opaca.
-Consumir Vitamina C: incorporala a través de los serum o ampollas pero también debemos consumir alimentos ricos en esta vitamina: tomate, frutillas, cítricos. ¡El cuidado es siempre desde el interior hacia el exterior!
-Detox consciente: consumo de harinas, embutidos, procesados, en su justa medida, disfrutarlos esporádicamente no como base de la dieta diaria. Sabemos que el exceso de estos alimentos produce procesos intestinales más lentos, aparición de acné, exceso de sebo que, de no eliminarse correctamente dañan y merman la luminosidad de la piel. Siempre consultá con un especialista médico acerca de la mejor rutina alimentaria que se adapte a vos, y en el caso de incluir nutrientes tan vigentes como los probióticos, que sea siempre una elección por gusto personal y tiempo.
-Desconexión digital: slow mood antes de dormir. Leer un buen libro, meditar un rato, desconectar ayuda a iniciar un sueño saludable, además evita la exposición a la luz azul y nos invita a relajarnos y conseguir una mejor calidad en el descanso.
-Amigate con los tratamientos no invasivos: uno de ellos es la mesoterapia francesa, un shock de revitalización total para la piel, que devuelve el brillo natural en forma inmediata, sin dolor, seguro y en pocas sesiones. Contiene más de 59 oligoelementos y ácido hialurónico, que regeneran el colágeno perdido. Aceptar la ayuda de la ciencia, en pos del bienestar integral, es un síntoma de vitalidad.
Ahora sí, a brillar mi amor, con estos tips fáciles de incorporar en el día a día, volverás a sentir el glow que le está faltando a tu piel. Los aliados invencibles para revitalizar y sentir la piel más fresca: protección + actividad + detox + mesoterapia francesa.