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Valentina Tereshkova: primera mujer en viajar al espacio

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 "Si tuviera dinero, viajaría otra vez al espacio aunque sea como turista, y también volaría a Marte, incluso con billete sólo de ida".

Valentina Tereshkova, fue la primera mujer que viajó al espacio sola y que recorrió 48 veces la vuelta al mundo. Amante del paracaidismo y de la investigación espacial, comenzó a entrenar para astronauta y fue la elegida entre centenares de mujeres para ser parte de la tripulación. De ideología izquierdista, se volcó a la política participando en innumerables puestos, realizó ayudas humanitarias y siempre bregó por la paz mundial, los niños y la igualdad de derechos de género. Ganó premios, medallas, honores, fue heroína y hasta un cráter de la luna lleva su nombre.

Valentina Vladímirovna Tereshkova nació en Máslennikovo, un pueblo de Rusia, el 6 de marzo de 1937. Su padre, Vladimir Aksyenovich Tereshkov, era conductor de tractores y su madre, Elena Fedorovna, trabajaba en una granja. Cuando Valentina tenía tres años, perdió a su papá, en la Segunda Guerra Mundial. Como su mamá, en ese momento, estaba embarazada y debía mantener a sus dos hijas debieron mudarse a Yaroslav para poder subsistir.

De más grande, Valentina comenzó a trabajar en una fábrica de neumáticos y luego en una fábrica textil donde a su vez, participó de la Liga de Jóvenes Comunistas. Sus estudios los realizó en una escuela nocturna y se volcó a Ingeniería Técnica Industrial. A los 22 años tomó clases sobre paracaidismo al descubrir que era una de sus pasiones, por eso fue una excelente aprendiz y protagonista de un centenar de saltos, por lo que obtuvo el título de instructora.

Cuando se interesó por la investigación espacial, se acercó al Centro de Entrenamiento para Astronautas, y por su excelente historial en los saltos con paracaídas, fue tenida en cuenta ya que ese era un requisito primordial para poder ser cosmonauta debido a que la tripulación iba a ser despedida de la nave y debía llegar a tierra firme por medio de un paracaídas. Esto, sumado a su buen estado físico y su contextura ideal, fueron las causas por las que fue elegida entre cuatrocientas mujeres para ser la primera en viajar al espacio.

El 16 de junio de 1963, tripuló el Vostok 6 y fue apodada Chaika, (gaviota). El período de entrenamiento lo realizó en absoluto secreto, ni su familia estaba al tanto de lo que hacía.

Las 70 horas que estuvo viviendo esta emocionante experiencia, no fueron constantemente buenos momentos; sufrió hambre, mareos, calambres por el escaso movimiento muscular, y dolor en sus hombros. Cuando fue expulsada de la órbita se golpeó fuertemente la nariz y como cayó en un lago tuvo que nadar para sobrevivir. Si bien fue un viaje algo problemático, fue inolvidable su accionar y para ella, dar cuarenta y ocho vueltas a la tierra fue impresionante y una experiencia única.

El hecho que Valentina haya sido cosmonauta, se comentó que fue por una propaganda política del régimen comunista que estaba enfrentado con Estados Unidos a nivel tecnológico y espacial, y también por mostrar a la mujer rusa como heroína al tener la misma o mejor resistencia que un hombre.

Esta gran mujer, se convirtió en miembro oficial del Partido Comunista de la Unión Soviética. En ese mismo año contrajo matrimonio con Andrián Nikoláiev, un astronauta que la cautivó por completo y con quien compartió también su ideología política, la del partido comunista. En 1964 nació Elena, la primera hija del feliz matrimonio.

Después de viajar al espacio, se inscribió en la Academia de la Fuerza Aérea y en 1969 se graduó como Ingeniera Espacial para luego hacer el doctorado. Fue nombrada Coronel Ingeniero del Ejército del Aire de la URSS.

Mientras que Valentina colaboraba científicamente en el Centro de Entrenamiento para Astronautas, decidió dedicarse también a la política, participando en el Partido Comunista. También fue miembro del Soviet Supremo y del Concilio Mundial de Paz, Presidenta del Comité de Mujeres Soviéticas, del Presidium de la Unión de Asociaciones Soviéticas de Amistad y Relaciones Culturales con los países extranjeros, y de la Casa de Europa de Moscú, Vicepresidenta de la Federación Democrática Internacional de Mujeres y Directora del Centro Internacional Ruso de Cooperación Cultural y Científica. A su vez, estuvo presente en la Conferencia Mundial de la ONU por el Año Internacional de la Mujer y recibió premios por su labor en la igualdad de género, por lo que ha sido elegida la Mujer del Siglo.

Escribió artículos donde desarrolló la conquista del espacio y sus inconvenientes y también estudió historia, matemática, física, meteorología, astronomía, educación física y música. Entrenó duramente para poder ser astronauta. Era una mujer muy instruida, inteligente y carismática y eso gustaba a los rusos.

La homenajearon con medallas de oro y científicas en diferentes países, Órdenes de Lenin, la nombraron Heroína, Honoris Causa de Universidades y Ciudadana Ilustre en varios distritos y hasta se le puso su nombre a un cráter lunar.

Esta valiente mujer, a fines de los ´70 comenzó a tener problemas con el marido y decidieron divorciarse, trámite que se efectivizó en 1982. Libre nuevamente, se la pudo ver con una nueva pareja, el doctor Yuliy Shapóshnikov, que conoció en una rueda de reclutamiento para mujeres astronautas.  

En 1997 decidió dejar de lado la Fuerza Aérea y al cuerpo de cosmonautas. Siguió con sus tareas humanitarias, asistiendo en orfanatos y a personas con problemas. A su vez, luchó porque las mujeres soviéticas tuvieran los mismos derechos que los hombres, y bregó por la paz mundial.

Dos años más tarde, falleció su segundo marido y Valentina quiso irse a vivir al campo. Allí pasa sus días lejos de la vida espacial y recibiendo visitas de su familia y amigos.  En junio del 2009, recibió el Premio Estatal de Rusia por sus aportes en la actividad humanística.