Adaptabilidad emprendedora en época de Coronavirus

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 Emprender muchas veces es sinónimo de adaptabilidad y la cuarentena ha llevado este concepto al máximo, exigiendo como nunca la capacidad de reinventarse por gran parte de los emprendedores del país.


Viendo nuestros números en Tiendanube hemos encontrado un nicho que ejemplifica a la perfección ese espíritu y se refleja en la oferta y demanda de tapabocas a lo largo de la cuarentena.

Emprendimientos reinventándose
Creció 30 veces la oferta de tiendas ofreciendo este tipo de productos. Y si vamos un poco más en profundidad y las agrupamos por aquellas que ya existían antes de la cuarentena vs las que fueron creadas luego del 20 de marzo: 3 de cada 4 tiendas vendiendo un tapabocas hoy por Tiendanube ya utilizaba la plataforma antes de la cuarentena.

Vamos a ver que gran parte de la oferta no son tiendas nuevas 100% dedicadas a la venta de tapabocas sino que son tiendas de diferentes rubros: ropa, calzado, telas, accesorios que encontraron la forma de poder producirlos, y no solo de forma genérica sino con la cara de su marca y estilo.

Oferta y demanda vs "El precio justo"
Siempre ante misma oferta de un bien o servicio y mayor demanda los precios tienden a subir. En ese momento en el cual la demanda se dispara y la oferta no puede asimilar el shock las ganancias de quienes están vendiendo ese producto o servicio en el corto plazo se disparan pero también al mismo tiempo el precio envía una señal a otros agentes del mercado (empresas) mostrándoles que hay una oportunidad. Eso hace que más personas o empresas se pongan a producir el bien demandado eventualmente equiparando la oferta y la demanda y volviendo a los "precios originales".

Para muestras basta un botón
Este es un pequeño ejemplo de los muchos que seguramente existen de la capacidad de resiliencia y adaptabilidad de miles de emprendedores en el país. En lo personal, no deja de sorprenderme la velocidad de reacción y la capacidad de miles de personas (que no se conocen entre sí!) para hacer una misma lectura del contexto, arriesgar su dinero, y darle a la sociedad la posibilidad de: cumplir con la ley, colaborar en algo para paliar la pandemia, hacerle llegar un producto a la puerta de la casa a alguien que lo necesita a un precio razonable y salvar a su emprendimiento y las familias que dependen de él. Todo en cuestión de días.

Los primeros días de cuarentena fueron difíciles, vimos caer entre 40% a 50% las ventas de nuestros clientes de un día para otro, y no sabíamos cómo iba a desarrollarse todo. Luego de eso, cada día ha dado muestras de lo resiliente que es el ecosistema emprendedor y las PyMEs del país.