Vacacionar es estar libre: Cinco consejos para que sean saludables y placenteras

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La palabra vacaciones viene del latín vacans, participio del verbo vacare, que significa estar libre, desocupado, vacante. Si tomamos la acepción estar libre los siguientes consejos pueden ser útiles para que nuestras vacaciones sean saludables.

 

 - Estar libre de preocupaciones. De nada sirve tener días de descanso si seguimos mentalmente enganchados con las preocupaciones laborales. Una persiana mental debe marcar el límite de un período de descanso a uno de obligaciones.

- Estar libre es planificar actividades saludables que quizás las tareas diarias no lo permiten. Por ejemplo mejorar hábitos de alimentación; hacer ejercicios como sesiones de caminatas simples pero cotidianas no haciéndonos la deportista cuando en el año ni siquiera caminamos a la esquina ya que nos puede perjudicar; intentar dejar de fumar, etc.

- Estar libre no significa un viaje. Quizás nuestra economía no lo permita. Entonces nos ayudará estar más al aire libre; intentar realizar un hobby que nos atraiga o actividad pendiente pero que no genere otra nueva obligación.

- Estar libre implica dar espacio a diálogos con la familia e hijos que mejore las relaciones diarias.

- Estar libre quizás sea replantearse con serenidad y tiempo hacia dónde estamos conduciendo nuestra vida y evaluar si hay que corregir el rumbo.

Pero, además, la palabra vacaciones tiene otro origen: vacuus que significa vacío.

Cuidado con esta acepción ya que muchas veces desaprovechamos este período creyendo que estar de vacaciones significa no hacer nada. Eso nos lleva a estar más sedentarias, muchas veces comer y beber en exceso para matar el tiempo, haciendo que el regreso a nuestras actividades nos encuentre más cansadas que al principio.

Las vacaciones tienen que ser períodos muy provechosos para mejorar nuestra condición física y psíquica no sólo para una misma sino para nuestras relaciones cotidianas y para sostenerla cuando las obligaciones regresen haciendo que la rutina deje de ser nuestro estilo de vida.

La palabra vacaciones viene del latín vacans, participio del verbo vacare, que significa estar libre, desocupado, vacante. Si tomamos la acepción estar libre los siguientes consejos pueden ser útiles para que nuestras vacaciones sean saludables.

- Estar libre de preocupaciones. De nada sirve tener días de descanso si seguimos mentalmente enganchados con las preocupaciones laborales. Una persiana mental debe marcar el límite de un período de descanso a uno de obligaciones.

- Estar libre es planificar actividades saludables que quizás las tareas diarias no lo permiten. Por ejemplo mejorar hábitos de alimentación; hacer ejercicios como sesiones de caminatas simples pero cotidianas no haciéndonos la deportista cuando en el año ni siquiera caminamos a la esquina ya que nos puede perjudicar; intentar dejar de fumar, etc.

- Estar libre no significa un viaje. Quizás nuestra economía no lo permita. Entonces nos ayudará estar más al aire libre; intentar realizar un hobby que nos atraiga o actividad pendiente pero que no genere otra nueva obligación.

- Estar libre implica dar espacio a diálogos con la familia e hijos que mejore las relaciones diarias.

- Estar libre quizás sea replantearse con serenidad y tiempo hacia dónde estamos conduciendo nuestra vida y evaluar si hay que corregir el rumbo.

Pero, además, la palabra vacaciones tiene otro origen: vacuus que significa vacío.

Cuidado con esta acepción ya que muchas veces desaprovechamos este período creyendo que estar de vacaciones significa no hacer nada. Eso nos lleva a estar más sedentarias, muchas veces comer y beber en exceso para matar el tiempo, haciendo que el regreso a nuestras actividades nos encuentre más cansadas que al principio.

Las vacaciones tienen que ser períodos muy provechosos para mejorar nuestra condición física y psíquica no sólo para una misma sino para nuestras relaciones cotidianas y para sostenerla cuando las obligaciones regresen haciendo que la rutina deje de ser nuestro estilo de vida.