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Vie, Mar

Gnana Yoga: el Yoga del conocimiento

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 El Gnana Yoga es el yoga de la sabiduría discriminativa. Gnana significa conocimiento y es, por tanto, el yoga del conocimiento supramundano o superior. Con él se aprenderá a vivir la realidad en sí misma, a penetrar hasta la esencia de las cosas y a aprehender su verdadera naturaleza.

Se vive condicionada por los sentidos, se piensa que todo es permanente, raramente una se pregunta por sí misma, y, cuando lo hacés, el motor suele ser el egoísmo. Con el gnana yogui se aprende, mediante el discernimiento, que para realizarse hay que renunciar a la ignorancia y desapegarse, trascender los condicionamientos psicomentales y culturales, adquirir una actitud interior y purificar la mente.

Estableciéndote en el mundo interior, podés conseguir un estado de satisfacción que no produce penosas decepciones, te ajustás mejor a lo exterior, con un nuevo enfoque, una perspectiva distinta de la propia vida y el propio devenir, sin conflicto ni tensión. Las cosas se tornan tal cual son, más allá de lo que una pensaba de ellas.

Para aspirar a la autorrealización, debés independizarte de tus pensamientos y emociones, inclinaciones y tendencias, ser vos misma y elevarte por encima de las apariencias, de la ilusión, aceptando el carácter transitorio de las cosas. Prevenir contra los fenómenos para que no te decepcionen y aprender a someterlos, para no esperar nada de ellos  y no sentirte defraudada.

El pensamiento es una poderosa energía, y el yoga enseña a unificarlo y utilizarlo correcta y positivamente. Canalizando la energía mental y controlándola, se  encuentra un excelente instrumento para llegar a la Unidad e integrarse en ella.

Tenés que mirar en vos misma todo lo perteneciente al yo interior y aceptar todo lo que es propio del Yo superior. Cuando empezás a percibir el Yo, no ocupás tu mente en el dualismo, sino en la Unidad.

La concentración y la atención son de primera importancia para el Gnana Yoga. Para alcanzar el Sí Mismo, se requiere una revelación que está por encima de los órganos sensoriales. Y por esa revelación superior, por esa percepción extraordinaria, se hace de tu vida un desafío interior y emprendés un largo entrenamiento espiritual.