Givenchy: Olvidá todo lo que creés saber sobre los labiales

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Jugando con los principios del diseño, las texturas y los gestos de aplicación, Nicolas Degennes, director artístico de Maquillaje y Colores de Givenchy, reinventa el arte del lápiz de labios.

 

 

 Tras la apariencia de una barra de labios clásica, Le Rouge Liquide esconde sorpresas: una textura híbrida de última generación, un aplicador inédito.

 

Esta nueva y exquisita creación escapa a las ideas preconcebidas, puesto que se distancia de todo lo que se podría esperar de ella a primera vista, para ofrecer un resultado de maquillaje sorprendente.

 

Un efecto de belleza radicalmente singular. Le Rouge Liquide no es lo que pensás.

 

El ilusionismo hecho barra de labios

 

Le Rouge Liquide solo revela sus secretos una vez abierto. Enfundando en auténtica piel negra, con un emblemático ribete metálico y la estilizada silueta de un lápiz de labios clásico.

 

Una ilusión perfecta, en lugar de la barra tradicional, aparece un aplicador de esponja que revela la fórmula: un concentrado de pigmentos en una textura líquida única en su especie.

 

Una vez abierto, se gira el aplicador para liberar la dosis perfecta de producto, que se aplica como un lápiz de labios normal. Este nuevo labial esconde un mecanismo similar al de un bolígrafo en el exclusivo y lujoso envase Givenchy. Una experiencia que rompe con todos los códigos del lápiz de labios.

 

 

Terciopelo líquido

 

Como su diseño, la textura de Le Rouge Liquide presenta una naturaleza híbrida: cremosa, con un acabado semi mate, gracias a la combinación de distintos polvos, que se funden instantáneamente con los labios y los colorean con un efecto empolvado de larga duración y total ligereza. En otras palabras, aúna el acabado de un lápiz de labios aterciopelado con la suavidad de uno fluido y el bienestar (97 % de bienestar con el paso de las horas).

 

Los pigmentos, muy pulverizados, se dispersan perfectamente y dan a Le Rouge Liquide un acabado de color intenso, con una cobertura excepcional. Estos se combinan con un extracto de arcilla dotado de una película elástica para garantizar la larga duración del color en los labios.

 

Asimismo, el ácido hialurónico contribuye a mantener el nivel de hidratación de los tejidos durante 6 horas, mientras que el aceite de gatulina redensifica y alisa los labios a la perfección. Por último, sus ceras microcristalinas potencian la untuosidad de la fórmula, sin sobrecargarla.

 

Libertad de color

El estilo de Givenchy, audaz e irreverente, se refleja en los catorce tonos especialmente desarrollados para Le Rouge Liquide. Singulares y esenciales.

 

#100 Nude Tweed, un nude con matices marrones extraordinariamente glamoroso.

#101 NudeCachemire, el tono de labios nude perfecto, ideal para cualquier estilo y ocasión.

#106 NudeTaffetas, el nude rosa ideal en cualquier circunstancia.

#107 NudeVelours, un nude con un matiz violáceo, atrevido y con carácter.

#202 Rose Flanelle, un rosa palo con la suavidad de un lujoso tejido.

#203 Rose Jersey, un rosa luminoso.

#204 Fuchsia Angora, el fucsia ideal, perfectamente equilibrado, con una luminosidad formidable.

#205 CorailPopeline, un tono anaranjado muy sofisticado y totalmente a la última.

#306 Orange Plumetis, un naranja incandescente.

#308 Rouge Mohair, el rojo amapola estrella de la gama, atemporal y gráfico.

#309 L’Interdit, un rojo bermellón peligrosamente seductor.

#410 Rouge Suédine, un burdeos desconcertante, que apuesta por el claroscuro.

#411 FramboiseCharmeuse, un violeta enigmático.

#412 GrenatAlpaga, un borgoña definitivamente magnético.

 

Una puesta en escena artística

 

Le Rouge Liquide, un tributo al color.

 

Frente al fotógrafo Ben Hassett, la modelo española, Blanca Padilla, nueva imagen del maquillaje de Givenchy, atrae las miradas por el carmín incendiario que colorea sus labios: Rouge Mohair, el tono estrella de la gama Le Rouge Liquide.

 

La textura híbrida, de este labial, se adivina en los labios de la modelo, a modo de obra pictórica contemporánea. La artística puesta en escena de un lápiz de labios que reinventa la expresión del color.