Cultivo combinado

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Al cultivar en macetas, siempre estamos intentando combatir los problemas de agua. Combinar variedades en macetas más grandes es la solución para alivianar el trabajo y tener más éxito.

 

 Tener nuestro propio cultivo en casa cumple muchas funciones. No solo estético y decorativo, hacer crecer ingredientes que luego llevaremos a la mesa de nuestra familia es una experiencia que podemos compartir y que redunda en mucha alegría.

Una de las variedades cuya experiencia de cultivo es más satisfactoria son las aromáticas. Incorporarlas en nuestra cocina es fácil y transformador y con algunas claves, cultivarlas con éxito es muy fácil.

Albahaca, Cilantro, Eneldo, Cebollin, Menta, Perejil, Salvia, Estragón, Tomillo, Romero, jengibre son las más recomendadas. Todas tienen características que son capaces de cambiar nuestra alimentación y aportar sabores novedosos a nuestras comidas de todos los días.

Una vez resueltos temas de luz (seis horas mínimas son necesarias para un buen crecimiento) y de suelo (drenaje correcto, macetas con agujero en la base y sustrato con tierra negra compost y vermiculita), llega el momento de pensar en el agua.

Cuando plantamos en macetas pequeñas la tierra se seca antes porque poseen un volumen más limitado. Entonces, es recomendable usar macetas grandes y hacer combinaciones. Combinando plantas altas con rastreras (Como tomillo, que es bajito y crece a lo ancho, con romero, que crece a lo alto) podemos llegar a cubrir toda la superficie de la maceta, impidiendo que los rayos de sol incidan directamente y conservando mejor la humedad y temperatura del suelo. Estos policultivos suelen confundir a las plagas, dificultándoles encontrar su cultivo favorito. las asociaciones óptimas son menta, jengibre y albahaca, albahaca y orégano, perejil y orégano o Romero, tomillo y salvia.

Otra idea para organizar las aromáticas es combinarlas por necesidad de riego, esto facilita muchísimo el trabajo, y ninguna planta sufrirá los problemas de falta o exceso de agua. Las que tienen menor exigencia al agua son Romero, Tomillo y Salvia. Las más exigentes son albahaca, perejil, cilantro y menta.

Cosechar las plantas aromáticas promueve su crecimiento, las mantiene en dicha fase en lugar de entrar en la época de madurez y floración para finalmente morir. Durante éste período, además, el sabor de las hojas es más intenso que en la etapa de floración. Eso sí, cosechá más de un tercio del volumen de la planta o repercutirá negativamente en su crecimiento, es mejor hacer podas pequeñas de forma regular (lo justo para añadirle el toque a cada plato). Si te encontrás con una flor, es mejor eliminarla, para alargar así la época de crecimiento y disfrutar un tiempo más de hojas frescas.