Tres tips para que tu armario cambie de estación

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Ojotas con medias. No hay imagen más real que demuestre lo difícil que es vestirse en otoño. Días de calor que se alternan con días de lluvia y viento fresco hacen que esta estación nos ponga los pelos de punta a la hora de elegir qué nos vamos a poner. Y nuestro guardarropa sufre los mismos síntomas cuando mezclamos musculosas, sweaters y abrigos.


 No desesperes. Aunque parezca una misión imposible, te traemos los mejores consejos para que organices tu ropa en esta época del año sin perder el glamour.

Tu ropa limpia, siempre
Lo ideal es que siempre laves bien tus prendas de verano para que al guardarlas corrobores que no tengan ningún tipo de mancha que las arruine. De esta manera, te vas a asegurar que en la próxima temporada tu ropa esté como nueva. Algún perfume o productos de limpieza que contienen lavanda no sólo le darán un rico aroma a tu indumentaria, sino que repelerán a polillas indeseables.

Practicidad total
Durante este proceso podés aprovechar a descartar aquello que ya no usas más. La regla de oro consiste en que, si no lo usaste en la temporada pasada, es muy probable que no lo vuelvas a usar. Siempre es mejor que deseches la ropa que no está en condiciones y regales o dones aquella que puede servir a otras personas. Si sos de esas mujeres emprendedoras que nunca se quedan quietas podés organizar una feria de garaje con tus amigas y vender todos esos conjuntos que ya no te vas a poner.

¡Prohibido guardar ropa por si la necesitás o bajás de peso! Lo único que vas a conseguir es acumular más prendas en tu placard y perder espacio que podrías utilizar para guardar nuevos outfits.

Casa cosa en su lugar
Un buen armario debe tener estantes que te permitan organizar tu ropa por categorías (prendas largas o cortas, abrigos finos o gruesos, colores diferentes). Así, vestirte cada mañana no será una odisea y ganarás tiempo. El primer paso es sacar todo de tu placard para evaluar los espacios disponibles, luego separá la ropa de la manera que hayas decidido y por último no te olvides de dejar los básicos a mano para cualquier emergencia climática.

Una buena forma de aprovechar cada rincón es colgar cintos, carteras o pañuelos detrás de las puertas, colocar varillas extensibles o barras para colgar pantalones o crear un cajón con divisorios que puede convertirse en el mejor amigo a la hora de guardar la ropa interior. ¡No más ropa tirada sobre la cama y acumulándose!