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Sáb, Abr

El asma, una de las afecciones más comunes de la infancia

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Entre el 5 y el 10% de los niños con asma, padecen la forma más rebelde de la patología llamada ¨Asma de Difícil Control¨ (ADC).

“No hay que confundir asma de difícil control con asma mal controlada. Se habla de ADC cuando un niño con asma no logra una adecuada respuesta a los tratamientos recomendados por las guías, pese a haber recibido todas las medicaciones convencionales, administradas en la forma y dosis correcta, con cumplimiento verificado. Es importante que el asma tenga un diagnóstico confirmado mediante clínica y espirometría, y que se hayan descartado otras condiciones médicas que confunden y se superponen al asma, es decir,  un diagnóstico diferencial exhaustivo”, afirma el doctor Jorge Máspero, especialista en Alergia e Inmunología y director médico de Fundación CIDEA.

 

El asma se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias (silbidos), con síntomas que, a veces, se agravan al correr, realizar otras  actividades físicas o durante el sueño. Los afectados suelen sufrir despertares nocturnos o dificultad para conciliar el sueño, cansancio, disminución de actividades, ausentismo escolar y laboral y deterioro de la calidad de vida. Las ¨exacerbaciones¨ o ataques de asma consisten en un aumento de inflamación y contracción del músculo liso de los bronquios  que estrecha las vías aéreas, con disminución de la función respiratoria que puede producir serias consecuencias. 

Algunos niños con asma no logran el control de la enfermedad pese a seguir los tratamientos convencionales y continúan padeciendo los síntomas, e incluso sufren crisis y hospitalizaciones. Por ello, la consulta con un especialista permite determinar si se debe a un problema con la administración de los medicamentos, o si se está ante una forma ¨rebelde¨ de la patología, que no responde a medicaciones estándar, condición que afecta entre 5 y 10 por ciento de los pacientes.

“En pediatría es más difícil establecer cuándo se está en presencia de un ADC que en adultos y adolescentes, porque muchas veces los chicos tienen asma episódica, mal medicada o mal tratada, y el médico no tiene tan incorporada la posibilidad de que sea un asma de difícil control”, asegura Máspero.

Por ello, remarca que es fundamental constatar que no haya errores en el uso de los dispositivos de medicación inhalatoria, ya que, en ocasiones, hay fallas en la aerocámara del inhalador. Asimismo, es preciso revisar que la técnica sea correcta y que la dosis que el paciente recibe sea exacta.

Los niños con ADC requieren dosis altas de corticoides inhalados, y, a pesar de ello, no pueden controlar los síntomas ni las exacerbaciones o ataques de asma. Suelen requerir consultas no programadas, visitas a la guardia y hospitalizaciones. Ello se traduce en ausentismo escolar, medicación adicional, necesidad de cuidado en el hogar y otras repercusiones que alteran la vida de quienes la padecen. Algunos niños poseen ADC con relativamente pocos síntomas pero tienen igual riesgo de padecer exacerbaciones, incluso severas y con riesgo de muerte.

Por lo general, el asma en niños es tratada por el médico pediatra, pero cuando la enfermedad es complicada o el paciente ha tenido exacerbaciones y tiene muchas visitas a guardia o requiere una hospitalización, debería contarse con la opinión de un alergista  especializado en asma. Esta derivación al especialista a veces se demora, y vemos con frecuencia que después de una exacerbación no se realiza un cambio de conducta de tratamiento, pese a que existe un alto riesgo de reiterar el cuadro.

Muchos pacientes migran de médico en médico buscando alternativas. Por eso, el primer consejo para un padre cuyo hijo tiene asma que no puede controlarse cumpliendo perfectamente el tratamiento, es que concurra a un centro especializado. Es esencial que allí se descarten todos los diagnósticos diferenciales, y comprobar que el tratamiento se siga en forma correcta, con la técnica inhalatoria adecuada. Además es el ámbito ideal para evaluar la necesidad y oportunidad de iniciar otras terapéuticas más complejas que se usan solo en casos difíciles como anticuerpos monoclonales anti IgE  y otros tratamientos de nueva generación¨.

CUESTIÓN DE GÉNERO: EL ASMA, EN LA INFANCIA AFECTA MÁS A LOS VARONES Y EN LA EDAD ADULTA A LAS MUJERES

¨Entre los 3 y los 11 años, el asma bronquial es más común en varones; mientras que en la adolescencia y edad adulta hay dos mujeres por cada hombre con esa enfermedad. La frecuencia de ese fenómeno es universal. Los motivos no se conocen bien, pero se cree que hay una clara influencia hormonal. Asimismo, las mujeres pueden padecer una mayor frecuencia de crisis. También, existe lo que denominamos el Asma Perimenstrual: algunas mujeres tienen más severidad de los síntomas, incluso exacerbaciones, cuando están por indisponerse o alrededor de ese período¨, explica Máspero.