Ansiedad y el acto de comer

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Muchas mujeres cuando están angustiadas, se sienten solas o están alegres y con cambios; se vuelcan a la comida para tapar ese sentimiento, esa ansiedad, y eso les hace aumentar de peso. La obesidad es un proceso inconciente que acarrea padecimientos de origen físico y psíquico.

El primer paso para resolver este problema es identificar los motivos que te inducen a comer para controlar la situación. Si la tensión te impulsa a consumir alimentos exageradamente, realizá cuatro comidas pequeñas y dedicate tiempo para vos, cumplí actividades que te gratifiquen para mejorar tu estado anímico. Así te darás cuenta que no sólo te pueden satisfacer los alimentos. Salí a caminar, escuchá música, mirá televisión, encontrate a charlar con una amiga, y demás. 

Si se aproxima un fin de semana donde sabés que vas a comer gran cantidad y variado, bajá el consumo de calorías durante la semana. Si comés afuera, tendrías que ingerir verduras y frutas durante ese día, así luego con sólo media porción de cada cosa será suficiente. Una buena idea, y que ayuda, es sentarte al lado de alguien que coma poco, evitar beber entre bocados y que sepas elegir el menú. 

Es importante que elabores una rutina para adelgazar, comentales a tus compañeros de trabajo, amigos y familia para que no te tienten; pero deciles que es porque querés empezar a comer sano y natural, no que estás comenzando una dieta. Siempre es más fácil adelgazar acompañada, si tenés pareja proponele hacerlo juntos, contagia el entusiasmo. Además, quien no tiene la suficiente fortaleza o convicción para seguir una dieta, trata de tentar a quien sí lo hace para sentirse menos culpable por su poca iniciativa.  

Recuperá la verdadera sensación de hambre. Suele ocurrir que hacer régimen se confunde con sensaciones de cansancio, fatiga o nerviosismo. Hay que saber diferenciar cuando se tiene hambre de cuando necesitás de otras compensaciones que no pasan por el estómago. 

Consejos prácticos: 

-Proponete un día con placer y sin tentaciones comenzando desde la mañana levantándote de buen humor.

-Bebé dos litros de agua mineral desde que te levantás hasta el momento de la comida. Es un diurético, sacia el apetito y da la sensación de estómago lleno.

-Tomate el tiempo suficiente para adelgazar de tres a cinco kilos nunca en menos de un mes, porque si no puede resentirse tu salud y encima podés recuperar los kilos tan pronto como los perdiste.

-Prestale más atención al desayuno, no hay que beber solamente café o té.

-Hacé seis comidas, sin saltearte ninguna, así a la noche comés moderadamente.

-No comas mecánicamente mientras hacés otras actividades.

-Masticá despacio, tomate el tiempo para saborear y disfrutar de tus comidas.

-Tratá de no poner pan en la mesa para no tentarte, comé tu plato y levantate de la mesa.

-Un primer plato bien abundante, como una súper ensalada de verduras frescas, calma el apetito y serena el ánimo para el siguiente plato.

-El organismo tiende a retener agua y si salás mucho las comidas tendrás una real sensación de estar hinchada.

-Sacale provecho a la época de ensaladas y preparate zanahorias ralladas condimentadas con un chorrito de limón. También podés optar por dos zanahorias ralladas y una manzana verde cortada en trocitos.

-Bebé en cantidad suficiente agua o jugos de fruta sin azúcar y siempre insistí con las ensaladas, el queso fresco y el salvado de trigo para ayudar a sentirte más saciada con ellas.

-Servite primero un plato abundante de ensalada, y luego las carnes eligiendo trozos magros.

-Preferí las comidas vegetarianas abundantes y con mucho color.

-Cuidado con las manzanas porque si bien está permitido comerlas en el régimen, tienen azúcar, por eso tres por día es un exceso. 

Trucos de ayuda para combatir la ansiedad: 

-Apelá a la imaginación y engañate un poquito. Serví siempre porciones normales en platos de postre. Nunca consumas ningún alimento directamente del envase, de esa manera controlás la cantidad que ingerís.

-Imponé una pausa entre plato y plato, no devores todo el menú al instante, de esta manera le darás tiempo a tu estómago para digerir mejor las comidas y a la vez consumirás una menor cantidad.

-Comenzá el régimen en un período de tu vida en el que estés tranquila y feliz.

-Un caramelo es de gran ayuda, si lo comés media hora antes de tus comidas, porque te quita el hambre y te da sensación de saciedad.

-Si te agarra un ataque de hambre a media tarde, comé una zanahoria, manzana o un tallo de apio.

-Bebé un vaso de agua mineral helada con jugo de limón por partes iguales antes de las comidas, o antes de sentarte a la mesa, tomá un vaso con agua mineral helada con una cucharada de vinagre de manzanas.

-Un buen recurso sin calorías para quitar el hambre en cualquier momento es tomar un café mediano sin azúcar, con canela y tibio. También es infalible cepillarse los dientes con pasta dental bien fresca con gusto a menta.

-Comer todo lo que quieras de gelatina dietética.

-Acostumbrate a tomar te rojo, tiene propiedades energizantes y quemadoras de grasas, se recomienda tomar cuatro tazas durante el día sin ningún edulcorante.  

Si seguís correctamente estos pasos, los cambios van a notarse, vas a dejar de estar tan ansiosa y te sentirás más contenta con tu cuerpo.