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Vie, Abr

¿Cómo reforzar las defensas de los más chicos para la vuelta al cole?

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El colegio y las actividades diarias pueden convertirse en una tarea difícil y afectar fundamentalmente al estado de ánimo de los más chiquitos. Los papás deben estar atentos a estos posibles cambios y chequear la salud de los niños.

Muchas enfermedades pueden ser prevenidas con un calendario de vacunación al día, cambios en hábitos incorrectos y visitas periódicas al pediatra, odontólogo, otorrinolaringólogo y oftalmólogo, entre otros.

 

La escuela, guarderías y plazas son lugares de transmisión de una gran cantidad de enfermedades y es complicado evitar que los niños se enfermen, debido al contacto con otros pequeños y la fragilidad propia de su cuerpo. Pero eso no significa que por eso tengan que estar siempre enfermos.

Lograr un sistema inmunológico fuerte es el primer paso. Él será el encargado de defender al organismo ante las infecciones, como las bacterias y los virus. Cuando el sistema inmune está menos activo que lo normal decimos que el paciente tiene una baja en sus defensas, lo cual lo torna más susceptible a contraer infecciones. Es por eso que resulta fundamental el buen estado del sistema inmunológico para prevenir y combatir diversas enfermedades.

En la mayoría de los casos las infecciones a repetición dan un indicio de "bajas defensas", hay otros factores como el cansancio elevado, dolores musculares sin justificación y alteraciones del cabello, que pueden indicar un mal funcionamiento del sistema inmunológico. Se debe estar atento a estos síntomas y acudir al médico de forma inmediata.

Guía de hábitos saludables para los más pequeños

Alimentación: Se debe realizar una dieta con alto consumo de frutas y verduras. Consumir proteínas y carbohidratos para mantener la generación y reparación celular y el estado energético óptimo. Para poder conseguir que los niños coman de todo, es interesante implicarlos en la compra y preparación de los alimentos, como una actividad divertida de descubrimiento de nuevos sabores y texturas.

Deporte: Se trata de una estupenda costumbre que los beneficia tanto a nivel físico como mental. Los ayuda a relacionarse, asimilan mejor los valores del equipo y de la solidaridad y además, duermen mejor por las noches. El ejercicio regular y controlado mejora el estado anímico y fortalece el cardiovascular, ayuda al control del peso y aumenta las defensas.

Recreación y actividades artísticas: Este tipo de actividades son importantes para el desarrollo del niño, favorecen el aspecto social y emocional de los niños.

Tiempo al aire libre: Que los niños tomen el sol de forma moderada es fundamental para que su cuerpo asimile mejor la vitamina D.

Hábitos de higiene: Ayudarlos a que tengan hábitos de este estilo, como lavarse las manos antes de comer y tras ir al baño y ventilar su cuarto,  evitan en cierta medida los contagios.

Descanso: Muchas funciones reconstituyentes y reparadoras se realizan durante el sueño, éste debe ser de unas 7 a 8 horas aproximadamente y ser de corrido, sin interrupciones.