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Mié, Abr

¿La tecnología perturba los estados saludables de las personas?

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El teléfono móvil, es uno de los artefactos tecnológicos de actualidad de alto consumo. La magnitud de su alcance y lo sofisticada que puede resultar su acción, permite que las personas resuelvan miles de situaciones diversas de la vida cotidiana.

Es un elemento tan útil, que en la dinámica diaria de una persona, rápidamente se transforma en algo muy necesario. Con esta necesidad que genera su uso, también pueden generarse situaciones de dependencia, adicción y fobia.

 

Aclarando conceptos

Algunos especialistas hablan de la "llamada fantasma", cuando se refieren a personas que están permanentemente pendientes de su celular a la espera de recibir alguna señal de cualquiera de sus funciones, priorizando en todo momento la atención en lo que en ese aparato ocurre.

También existen estadísticas y estudios que confirman el incremento de la nomofobia, que es el miedo irracional a salir de la casa sin el teléfono.

¿Cómo reconocemos la adicción?

La falta de control, la imposibilidad de elegir y determinar sobre un impulso. La no discriminación y regulación de lo excesivo, son características que, de alguna manera, siempre están ligadas a lo adictivo. Cuando las personas no pueden dejar de pensar en su smartphone, de accionar sobre él de manera compulsiva y permanente, claramente podemos estar hablando de una adicción. Es sentir literalmente que "no se puede estar sin el teléfono".

Los jóvenes y los niños son los usuarios más vulnerables para quedar afectados de estas problemáticas.

Las personas más propensas a desarrollar adicciones de este tipo, son aquellas que poseen una baja autoestima, dificultad para comunicarse o vincularse con otros. Personas que se sienten solas, aburridas y /o desmotivadas.

El aislamiento, la irritabilidad y agresión, la alteración en los ritmos vitales de sueño y vigilia, trastornos en la alimentación, son algunas de las consecuencias que pueden surgir con este tipo de adicciones.

¿Se puede superar esta problemática?

Por supuesto que sí. Dependerá de algunos aspectos que necesariamente deberán ser tenidos en cuenta.

Es importante comprender que cuando nos encontramos frente a una persona adicta a la tecnología, estamos delante de alguien que no puede controlar esa conducta obsesiva y repetitiva con su móvil. Resulta indispensable que la persona reconozca y acepte la dificultad que está teniendo para poder pedir ayuda y permitir recibirla.

Cuando la situación ha cobrado ciertas dimensiones, es probable que no resulte eficiente el solo hecho que se ponga un horario o se realicen algunas maniobras para evitar tener el celular en la mano. Quizás sea muy necesario buscar la ayuda de un profesional de la salud emocional que opere en un marco de acompañamiento individual y familiar y, en algunos casos, de sostén.