Vitamina C - Imprescindible para mantener nuestras defensas

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Los tiempos frescos comienzan a asecharnos y junto a él los resfríos y las congestiones están a la orden del día. De niñas, para estas fechas, teníamos que  tomar jugo de naranja o efervescentes con vitamina c, para que el frío nos encuentre prevenidas. Por hábito, o porque realmente creemos en su potencial, seguimos dándole importancia a este nutriente, que no sólo previene resfríos, sino también infecciones, enfermedades, problemas del corazón, arrugas y  secuelas del tabaco.

La vitamina C, también llamada ácido ascórbico, es de origen vegetal, no se encuentra en los humanos ni en los animales, es por eso que tenemos que saber cuáles son los alimentos que la contienen así le aportamos a nuestro organismo los  nutrientes que carece en forma natural. 

La podemos encontrar en diferentes proporciones en las frutas y verduras, destacándose los cítricos, como la naranja, mandarina, pomelo y el limón, y los pimientos, particularmente los rojos. No obstante, si vamos a la verdulería podemos comprar cualquiera de los siguientes alimentos que también la poseen, por suerte hay gran variedad para todos los gustos: tomate, cebolla, ajo, lechuga, zanahoria, coliflor, repollo, remolacha, berenjena, calabaza, perejil, pepino, espinaca, hinojo, papas, mangos, manzana, ananá, melón, kiwi, arándanos, cereza, ciruela, higo, sandía, pera, frambuesa, uvas, banana, coco y también almendras, avellana y nuez. Hay que considerar que no siempre mantienen la vitamina C en todo su esplendor porque las causas externas como la luz, el clima, la temperatura y el oxígeno hacen que pierdan parte de su contenido. Por eso el jugo de las frutas hay que consumirlo de inmediato, lo mismo pasa con la cocción de las verduras, no se deben cocinar ni dejar hervir durante mucho tiempo. Asimismo es producente comer la fruta con piel ya que gran parte de la vitamina C está en ella y consumir alimentos crudos, que no estén enlatados, ni que hayan estado mucho tiempo en remojo. 

Como suplemento este tipo de vitaminas se encuentran en tabletas, efervescentes y cápsulas. 

La vitamina C es antibacteriana y antioxidante, contrarresta los radicales libres, evitando los perjuicios que pueden ocasionar en el organismo y eliminando toda sustancia tóxica. Por su parte, interviene de manera positiva en el desarrollo de dientes y encías, huesos y cartílagos; en la absorción de otras vitaminas y minerales, como el hierro; en el crecimiento y reparación del tejido conectivo normal, que evita el envejecimiento prematuro de la piel; en la mejora del sistema inmune en general reforzando la acción de los glóbulos blancos; en la producción del colágeno y hormonas; y en la metabolización de grasas, cicatrización de heridas y quemaduras.  

Además ayuda a la producción de estrógenos, al estreñimiento y como potencia la acción de la insulina, es buena para la diabetes. También contribuye a bajar el colesterol y el nivel de plomo en sangre y traslada oxígeno e hidrógeno a todo el cuerpo. 

Evita enfermedades cardíacas y previene el cáncer, pero para los que ya tienen este mal es un aliciente para disminuir sus dolores y mejorar el efecto de la quimioterapia. Del mismo modo es buena para la arterioesclerosis, el Alzheimer, el asma, para el autismo ya que disminuye la gravedad de sus síntomas; para reducir la tensión arterial, la sinusitis, resfrío, gripes, catarros, fiebre y otitis.  

Los oculistas la recomiendan porque previene cataratas, glaucoma, conjuntivitis y mejora la visión, y los dermatólogos cuando se sufre de soriasis o eccemas.  

En la estética femenina es un complemento de tratamientos pues retarda el envejecimiento de la piel, sobre todo de la cara y manos, aletargando la aparición de arrugas. 

Si bien tenemos que comer dichos alimentos diariamente para mantenernos sanas y fuertes, cuando más debemos hacerlo es durante el embarazo porque ayuda al desarrollo óseo del bebé, y en períodos de lactancia. También cuando se tienen adicciones al tabaco porque la nicotina hace disminuir la cantidad de esta vitamina en el organismo, cuando estamos medicadas, tomamos anticonceptivos o estamos lesionadas, en momentos de estrés, bruscos cambios de temperatura, después de haber estado con gripe y fiebre alta. Para el crecimiento de los niños es fundamental y también para los ancianos. A su vez, como mejora la capacidad de concentración, es funcional para los estudiantes. 

Aproximadamente necesitamos entre 60 y 100 miligramos de vitamina C por día,  los excedentes se eliminan por la orina, pero si es sobreabundante, puede ocurrir que afecte al riñón por no resistir tanta cantidad de ácido, entonces provoca molestias o daños gastrointestinales fuertes, diarreas, calambres abdominales, cálculos e insomnio. 

Ahora sabés lo bien que hace esta vitamina en nuestro organismo, por eso no cuesta nada tener en nuestra dieta diaria un alto contenido de frutas y verduras para que tengamos la dosis mínima de este nutriente que nuestro cuerpo necesita para conservar las defensas altas.