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Jue, Abr

La autoestima: el mapa personal

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La autoestima remite a la imagen que tenemos de nosotras mismas, a nuestra identidad. Ésta, en términos de la PNL (Programación Neuro Lingüística) se entiende como el mapa personal que se construye en base a nuestra forma de vida y las respuestas que recibimos de nuestro entorno.

Todas tenemos la imagen mental de cómo creemos que somos y está llena de otras sensoriales que son determinantes en el momento de actuar. Si nos es funcional nos facilitará activar los recursos que necesitamos para sentirnos bien y poder tomar decisiones. De lo contrario podremos mejorarla.

Una buena autoestima será beneficiosa a la hora de relacionarnos, de actuar, de desarrollarnos en distintas áreas de nuestra vida y estar equilibradas emocionalmente. Se sustenta en la valoración personal, en la aceptación, en la confianza que nos hace sentir competentes, aumentando nuestras expectativas para proyectarnos hacia las metas que deseamos alcanzar, y eso nos llevará al éxito. Para ello es muy estimulante recordar y disfrutar de todo lo que ya hemos logrado.

Evitá los pensamientos limitantes que te dirán: “Hasta aquí llegaste, conformate”. Un pensamiento positivo será: “Hoy llegué hasta acá, pero sé que mañana iré por mucho más”.

Una buena autoestima nos permite posicionarnos mejor para hacer frente a las exigencias diarias, nos ayuda a recuperarnos de las situaciones adversas con mayor rapidez y aumenta la energía para salir adelante, ya que tenemos confianza en nosotras mismas.

La autoestima se nutre de nuestras creencias. Si considerás que debés cambiar, hacelo ya. Cuando aprendemos a conocernos, tenemos la oportunidad de empezar a cambiar y diseñar esa nueva imagen que anhelamos, que nos permitirá alcanzar nuestros sueños, muchas veces postergados por sentimientos de incapacidad, temor, miedo al “qué dirán” o por propios juicios limitantes. No seas tiránica con vos misma, date tiempo, pero no te detengas.

Te propongo un ejercicio: Sentate  cómoda, cerrá los ojos si lo deseás, adoptá una posición erguida, cabeza en alto, hombros hacia atrás, respirá profundamente, relajate. Pensá sólo en vos, y tratá de verte como si estuvieras fuera de tu cuerpo, disociada. Realizá las siguientes preguntas y al responder sé lo más descriptiva posible:

  • ¿Quién soy?
  • ¿Me agrada mi imagen?
  • ¿Estoy a gusto conmigo misma?
  • ¿Qué aspectos de mi persona me hacen sentir bien?
  • ¿Cuáles son mis fortalezas?
  • ¿Qué cambios considero serían beneficiosos?
  • ¿Cómo es mi vida?
  • ¿Estoy cómoda con la vida que llevo?
  • ¿Qué me agrada, qué me desagrada?
  • ¿Doy lo mejor de mí o podría dar más?
  • Cuando no logro un objetivo ¿me resigno o sigo intentándolo?
  • ¿Cuáles son mis emociones más comunes, cuáles prefiero experimentar y cuáles descartar?
  • ¿Me quiero y me respeto?
  • ¿Me siento querida y respetada?
 
  • Así proyectá tu imagen actual y luego la que quisieras tener, visualizalas. Integrá los aspectos positivos de una y otra. Detenete por unos minutos a disfrutar de la “nueva imagen” que creaste.

 Con este ejercicio buceaste en tu interior y creeme que es difícil lograr esto, el  autoconocimiento.

Es importante tener en cuenta que cuando realizamos cambios para mejorar nuestra autoestima también se producen cambios positivos en otras áreas de nuestra vida.