La buena pastelería también se puede disfrutar en días de calor, solo que se deben tener en cuenta los ingredientes que se seleccionan para asegurarse de elegir preparaciones óptimas de consumir durante el verano.
Lo mejor es elegir aquellas opciones que incorporan frutas de estación porque además de asegurarse los ingredientes frescos, suelen tener un precio acorde. Algunos ejemplos podrían ser las ciruelas, los duraznos, damascos, peras y frutillas o también los mangos y el maracujá que actualmente resultan más sencillos de conseguir que algunos años atrás.
Hay muchas confiterías que además de tortas con frutas de estación, ofrecen postres en porciones individuales que también combinan ingredientes más frescos y naturales que los que tradicionalmente se consiguen durante el año. Ejemplo de esto son las copas frutales o cheese cakes sin cocción, parfait de frutas y todo tipo de preparaciones que, prácticamente, evitan el chocolate o las cremas pesadas; no porque sean malos alimentos, pero sí porque son más aliados del invierno.
Según cuenta Javier Alonso, Secretario de la Cámara de Confiterías de la Ciudad de Buenos Aires, “los más pedidos en verano son las tartas de ricota, manzana, multifrutas y las copas de mousses bien frías con frutos rojos o limón”.
Aunque las facturas no sean aliadas a las dietas, “su consumo se mantiene en la ciudad aún en la temporada estival porque la gente que se queda, no deja de reunirse a compartir los tradicionales mates con alguna de estas delicias de la pastelería”, aseguró Alonso.
Si se trata de adoptar un consejo saludable, nada mejor que elegir pastelería artesanal de temporada con frutas de estación y olvidarse por unos meses de las preparaciones con chocolate que no se llevan bien con las altas temperaturas.
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